Por supuesto que yo me preocupé, por supuesto que el tipejo ése (noten el carácter despectivo de mi comentario, es adrede) quería recuperarla; y por supuesto que traté de disimular toda mi angustia (sin éxito) por medio de un comentario casual:
-Ahmm. (las manos me sudaban) ¿y tú?, ¿quieres ir? (cerrando mis ojos como a punto de recibir un balonazo en la cara).
-No seas bobo, preferiría pasar toda mi vida aquí contigo, que irme cuatro semanas con alguien que no tiene la menor idea de quién soy yo.
Una lágrima rodó por mi mejilla (yo me sentía verdaderamente conmovido) y le dije que era lo más bello que nadie jamás me había dicho.
Ella mintió.
Yo también.
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NO MAMES, SIN PALABRAS¡¡!!!!!!
ResponderEliminarGracias por la visita friend!
ResponderEliminarno manches mano y porque la mentira? zaz coincido con marissa
ResponderEliminarBueno, aquí hice uso de una cosa que llamamos "licencia literaria" en realidad no mentí. No sé si ella creyó lo que me dijo o si sólo lo dijo para tranquilizarme, pero ciertamente, suena más dramático si digo que ambos mentimos ¿no?
ResponderEliminarVarias de mis historias tienen pequeñas o grandes modificaciones para "mejorarlas" o que puedan terminar donde quiero que terminen.