domingo, 16 de enero de 2022

PERDIDAS Y GANANCIAS

 Hace tiempo que estoy metido en una especie de capullo, lamentando mis errores, lamentando mis desgracias, lamiendo mis heridas... me perdí a mi mismo... me desconocí, y me abrigue en una puerta falsa de vicios y enajenación.... dejé demasiadas cosas... quemé todos los barcos, y éso... implicó más de lo que imaginaba. Llegó la pandemia y descubrí el fracaso, la miseria y el hambre...

Hoy... por primera vez en años... empiezo a sentirme... distinto... aún endeudado, y aún con muy pocos recursos... sin embargo... algo se siente distinto.

Tengo miedo... en el proceso, perdí mi ira. Que era mi mayor sostén.

"A" hace un par de años me dijo... "me siento fatal, siento presión todo el tiempo, me siento con la espalda tensa, estoy dispuesta a agreder a cualquiera que se me ponga enfrente,  y reacciono a cualquier provocación, no puedo más con ésto"

Yo respondí... " Que extraño... yo me siento así todo el tiempo". 

Ella, a pesar de ser sumamente perspicaz, y conocerme a fondo... pareció sorprendida del hecho. Como siempre, me dijo lo que necesitaba escuchar. 

Me llevó meses... pero dejé de estar enojado todo el tiempo, aún soy reactivo, es difícil dejar los viejos hábitos... pero la ira que sentía... ya no la siento... mis reacciones son sólo viejos hábitos.

Hasta aquí,  suena... bien. La cuestión es que yo sobreviví mucho tiempo aferrado a mi ira y hoy... debo aprender nuevas formas de... defenderme, de vivir,  de comunicarme... porque lo que me definía... aunque pocos lo vieran... se fue.

Quizá de ahí venga ésta nueva sensación, aún no sé a dónde voy... pero por más difícil que sea la situación a la que me enfrente... hago más por buscar opciones y alternativas que por ponerme agresivo y  volverme el hdp que sé que puedo ser. Pero lo perdí. No niego que soy capaz de enfadarme, y puedo hacerlo de forma muy visceral, pero... ya no lo siento todo el tiempo a flor de piel. Y eso me deja sin armas.

Tengo miedo, pero a la vez... tengo esperanza, de que por fin la pupa... pueda comenzar a salir de su capilla. 

Aún no sé de qué me sostengo, qué me mantiene, si la ira ya no es mi eterna compañera. No sé cómo se llama lo que siento... y no sé cuánto dure... o qué me cueste... pero... sépanlo.  Estoy disfrutando el viaje.


Gracias enormes a Kakuesha. Mi hija de puta favorita. 

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