Es curioso, en mis continuas introspecciones, o durante algunos ejercicios de meditación, he llegado a un estado extraño, casi ajeno, pero a la vez pacífico y reconfortante.
Por momentos, (a veces son sólo momentos) siento que estoy completamente integrado al mundo, que todo a mi alrededor se mueve junto conmigo, no en mi contra ni a mi favor, sino conmigo, por mi y para mi. Como una enorme corriente transitando aparentemente caótica, pero en ése orden esencial que siempre observas en el universo.
En ése momento de profunda paz y regocijo, descubro que, no hay nada que decir.
Somos uno con el universo... Sólo se trata confiar en que siempre llega lo mejor ;-)
ResponderEliminarLos apegos sólo nos anclan a la ilusión de un pasado, los miedos sólo nos atrapan ante la perspectiva de un futuro que no existe. El universo y yo sólo somos un instante, hoy y ahora.
ResponderEliminarworale que profundo! ciertamente se transmite esa tranquilidad y paz de la que hablas e esta entrada ja creo que es en la primera en la que se siente. a seguir fusionados con el universo
ResponderEliminarNo es fácil anónimo. Solemos permitir que nuestras preocupaciones y ocupaciones diarias nos distraigan y nos impidan sentirnos.
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