lunes, 24 de enero de 2011

¿JUGAMOS A LAS ESCONDIDILLAS?

Hoy voy a escribir unas cuantas líneas acerca de una persona muy importante en mi vida conocido como "El Enano" o "El Chocorrol", y de lo que vivimos el fin de semana pasado.

Es una de las personas más sanas que conozco, tanto en sus hábitos como en su forma de pensar y dirigirse hacia los demás. Con un par de años menor que yo, influyó de manera determinante en mi carácter actual. Éramos, como nos gusta decirlo, un buen complemento. Yo siempre he sido más reflexivo y un poco dubitativo, y él es la actividad y la audacia que raya en la estupidez.

Cuando El Enano deseaba hacer cosas que podían ponerlo en peligro, era yo quien me encargaba de detenerlo haciéndole ver lo irracional de su idea (aunque no siempre lo lograba) y he de aceptar que de no haber tenido a aquella balita cerca jalandome, no me hubiera atrevido a hacer muchas cosas por mi tendencia a la pasividad.

Si bien de mí puede decirse que fui un niño muy activo, de él puede decirse que venía cargado con el doble de octanaje. Nadó durante casi 10 años, practicó kick boxing, aprendió a hacer algunas suertes con la patineta (que yo jamás logré) y se memorizó el bosque de San Juan de Aragón a pie y sobre ruedas. Practicó tácticas militares de acecho y captura en bosque y campo y desde niño hasta ahora cuando se sube a un auto, su pie derecho pesa tanto como la admiración que le tenido durante años.

Hace poco menos de un año, comenzó a sufrir de intensos dolores de cabeza y náuseas. Después de algunos médicos y muchos estudios clínicos me sentó en la sala de su casa para darme la resolución "Necesito un transplante de riñón, los míos son como coladeras y ya no me sirven".
Desde ése día, lo he visto bajar alrededor de 15 kilos de peso, tomar desde 3 hasta 12 pastillas diarias y variar su dieta cada dos semanas, mientras un equipo de médicos coordinados busca un balance que lo mantenga estable mientras se encuentra un riñón compatible y se programa su transplante. Lo he visto soportar dolores de cabeza, náuseas, mareos, temblores y dolores en la piel. Y a pesar de que trata de disimular cuando estoy, sé que ha tenido crisis severas de enojo y frustración que afectan tremendamente a su familia.

El pasado fin de semana, nos reunimos 14 personas en la puerta de su casa festejar su cumpleaños en el centro vacacional de Metepec. Su novia y él se encargaron de hacer reservaciones, pagos, invitaciones, organizar equipos, repartir radios y distribuir a los viajantes en los diferentes autos disponibles.

En ése lugar tuve una de las mejores experiencias de mi vida. Sábado en la noche, algunos se comenzaban a preparar para salir a la disco y otros tantos se regaban en la enorme casa jugando billar o ping pong. De pronto apareció "El Enano" con una sugerencia que jamás me esperé de él.

¿Jugamos a las escondidillas?

Parece que nadie reflexionó demasiado acerca de las posibilidades de jugar con alguien que hasta hace un mes apenas y podía moverse debido al dolor.

En 15 minutos ya estábamos todos afuera de la casa listos para jugar. Tras el concebido sorteo se eligió a la pareja buscadora y comenzó el juego. 2 minutos después de comenzar un grito me alertó. "¡Vengan!, El Enano se cayó!" Dijo alguien.

Lo encontré tendido en el suelo soportando el dolor. Es algo que sabe hacer bien, su forma de vivir su niñez tuvo precio y el dolor físico al recibir golpes y raspones es uno de ellos. Ésta vez era diferente, su rictus duró más de lo usual. Al poco rato se levantó y se metió a la casa para revisar si tenía alguna herida grave.

10 minutos y ya estaba en la puerta organizando de nuevo a todos. Fué cuando lo olvidé, ahí estaba de nuevo mi primo, mi hermano, levantándose de una caída cual si estuviera hecho de liga. No había sangre y la rodilla no anunciaría que estaba lastimada hasta el día siguiente, así que teníamos toda la noche. Al cabo de un rato, nos tocó a él y a mi buscar a todos. Fue grato escuchar los comentarios de todos: "Aguas con éstos dos, se conocen bien", "Ya se están poniendo de acuerdo éstos canijos", "Noooo, ya ni te escondas, te van a encontrar en chinga". Su mirada, siempre viva y traviesa ahora estaba acompañada de ésa sonrisa infantil que enamoró a su novia.

48, 49, 50. Terminó la cuenta y dos niños de 10 y 12 años salieron a buscar a sus primos corriendo alrededor de la casa, chiflándose y gritándose como siempre. No había dolor, ni miedo, ni lamentaciones ni recuerdos. De nuevo su energía me hizo moverme y correr como hace años no lo hacía, yo olvidé tener cuidado. Verlo corriendo alrededor y dentro de la casa con ésa vida... es el mejor regalo que pudo haberme dado.

Creo que ésa noche, algo más dentro de todos nosotros también jugó a las escondidas, y nadie se esforzó en buscarlo.

Tengo Fé, en que dentro de un año podremos olvidar algunas cosas de nuevo y lanzarnos en paracaídas.

10 comentarios:

  1. Lo leo y lo leo y cada vez que lo hago la reacción sigue siendo la misma...
    Me conmueve hasta las lágrimas, para mi fue imposible negarme a jugar después de ver su entusiasmo reflejado en su cara. Fue una noche genial!!
    Todos tenemos fé de que pronto él estará mejor y de que podré observar a ese Enano del que tanto me hablas.
    Besos

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  2. La Fé no mueve montañas, lo he comprobado en diversas ocasiones; sin embargo, está presente en cada uno de los que le brindamos un rincón en nuestro ser, sin importar cuán tan ínfima pueda ser la importancia que represente en nuestro camino.

    La Fé es el combustible que nos permite mover esas montañas, y que, con frecuencia se nos agota. 'El enano' requería con extrema urgencia de ese vital combustible para continuar moviendo su montaña. Él a su vez les compartió un poco para que una piedrita no los detenga.

    Hoy con tu relato hasta a mi, me ha tocado. ¡Gracias!

    Deseo en un año, saber de ese salto en paracaídas.

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  3. Ira, que bueno que tuviste la disposición de jugar aún a pesar de tus dolores, te lo agradezco enormemente. El Enano del que te hablo, está ahí, siempre está ahí, debajo del dolor y la piel doliente. Cada vez que lo miro a los ojos, lo reconozco. Ya lo verás algún día tu también. Besos.

    Venus, la RAE define la Fe como: Seguridad, aseveración de que algo es cierto. Para mi no es hablar de dios ni de imposibles, sino de lo que sé de él. Es un luchador, y detesta perder.

    Un abrazo.

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  4. Se que estuve desaparecida por muchos años, apenas pude ver un poco de la persona que describes; sin embargo, se que ese espiritu alegre y luchon no se ha extinguido ni se extinguira jamás en nuestro chaparrito. Gracias por esta significativa reseña de lo que fue una noche maravillosa para mi. Sin duda alguna la fé es el mejor medio para ayudar a que el mejore...=)besos primo!!

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  5. Mi estimado... ¿Cuándo mencioné a Dios? :s

    En esto casos la Fé, tal como la RAE y el mundo racional la conocemos, comprendemos y asumimos, tampoco mueve montañas. Seguridad, aseveración, no representan nada sin la posibilidades a nuestro favor.

    Podemos ser luchadores incansables... ¿Sabes algo? Te cansas... Por más que uno desteste perder, las condiciones, posibilidades y oportunidades, son las que determinan el resultado de cuestiones que van más allá de nuestra Fé y de la personalidad de cada uno.

    Un beso.

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  6. Athena, que gusto me da leerte por aqui y espero no sea la última vez. Los espíritus no se extinguen, lo que se extingue son las ganas de seguir. Él ha estado más cerca de ése punto que muchos de nosotros, y mi Fé se basa en lo que sé de él. Con todo, después de cada viaje uno siempre regresa cambiado, a veces mejor, a veces peor, pero siempre cambiado.

    Venus, hablas como aquél que conoció los límites de sus fuerzas y regresó a lamer heridas. Tienes razón, las ganas no lo son todo. Aunque creo que al iniciar una lucha se inicia para ganar. Cierto, a veces las probabilidades juegan en nuestra contra, pero yo no peleo para perder.

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  7. uff ojala tu primo se encuentre bien y pronto reciba ese transplante. suerte tengan mucha fe

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  8. Anónimo, mi primo recibió su transplante a principios de éste año. Pasó alrededor de 4 meses con cuidados especiales y aislado para evitar cualquier infección y contagio. Ahora tiene alrededor de 2 meses que regresó a sus actividades normales.

    Saludos y gracias por los buenos deseos.

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  9. que chido que tu primo ya tenga riñon nuevo me imagino que sinto como si hubiera renacido

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  10. Su perspectiva de la vida ha cambiado mucho, así es.

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