miércoles, 24 de marzo de 2010

AÚN TE OIGO

- ... he cambiado mucho, soy otra persona, más completa, más feliz. -Me decías con una sonrisa sincera que inundaba tu rostro.

- Si, eres más feliz, pero no has cambiado.

- Claro que he cambiado, ya soy más niña, y más tranquila y más valemadres con mucha gente, claro, dirás que mi ego está a la altura del everest, pero es que así me siento ahora.

No niña, aún te oigo.

No te dije que detrás de esa sonrisa veo a la misma persona que vi hace años por mi retrovisor, ésa que se ponía trajes y máscaras tratando de ocultar su verdadero yo, ése verdadero yo que vi entonces y que veo ahora.

No has cambiado, sólo tienes menos miedo.

P.D. Gracias por el café, la información y la ayuda.

6 comentarios:

  1. Ay qué fuerte!!! ... mmm... pues si cambió o no es lo menos importante. Lo importante es que está feliz.

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  2. Creo que es importante el tema del cambio por el aspecto de ser fiel a ti mismo y a quien eres.

    Me da gusto que no haya cambiado... Lo que cambió fue su manera de reaccionar y actuar ante las cosas. SÚPER.

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  3. Meu, será que vc esta falando de min? Nao, acho póuco provável!

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  4. não falo de ti, mas é verdadeiro que tenho vontade de oirte

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  5. mano creo que aquellas personas que verdaderamente han cambiado no tienen la necesidad de andarlo diciendo simplemente se nota, el estar enmarcando cuales fueron las cosas es signo de una lucha interna para que la gente diga si no manches estas super cambiada aunque ella sepa que no es verdad para mi es tratar de complacer a los demas pero si es feliz que mas da

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  6. Anónimo,

    A veces es necesario gritar nuestros triunfos, sobre todo frente a alguien que señaló la piedra que tenías enfrente. Una forma de decir ¿recuerdas el obstáculo, la venda que me mostraste? Lo logré, me la quité. Su modo de vivir no la deja compartir ése tipo de cosas con muchas personas.

    Ella confundió su escencia con sus reacciones, su personalidad con su miedo, y le sorprendió viéndose como alguien totalmente diferente. Yo sabía que era la misma que vi, la que siempre vi, pero ahora más valiente, y más auténtica.

    Celebremos.

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