domingo, 26 de enero de 2020

JUAN NIEVES

En Julio del 2018, llegó a mi vida una pequeña sorpresa. Casi lo atropello con el auto, cuando bajé del vehículo para subirlo a la banqueta, empezó a ronronear y a lamerme. Lo llevé a casa para darle de comer y para poner un anuncio en caso de que tuviera dueño. Nadie respondió al anuncio, pero yo me enamoré de él.

Algunos meses después, supe que era albino, lo que le da unos ojos azul acero, y almohadillas y nariz rosadas; pero también le trae problemas de sordera.

Hace casi dos años que está en mi vida, y nos amamos con locura.


MIEDO DE MI

Yo tenía algunas semanas buscando un departamento cerca del centro de la ciudad. Ella, a pesar de que no lo estaba buscando, necesitaba salirse de su departamento, para cerrar un ciclo y empezar nuevos. Encontré una buena opción con dos habitaciones, necesitaba un roomie. Obvio fue mi primera opción y le sugerí mudarnos juntos.

-No lo sé.

-¿Que tienes que pensar? Te queda a 10 minutos a pie de tu nuevo trabajo y está justo en el centro.

-Tengo miedo

-¿Miedo de que?

-De mi. Si nos mudamos juntos, sé que una noche de éstas, me voy a colar a tu cuarto, y una noche se van a convertir en varias, y después no me vas a sacar de ahí.

Creo que hace más de diez años que ésta conversación tuvo efecto, y aún me arranca una sonrisa cada vez que la recuerdo. Nunca te quise sacar de ahí.

viernes, 17 de enero de 2020

EL INICIO DEL FINAL

No se trata de ninguna entrada trágica que requiera de que alguien llame a la linea anti-suicidios. No.

Por fin, después de haber quemado todas mis naves, del fallecimiento de mi padre, de separarme de mi esposa y de ir dando tumbos, medio morirme de hambre y aprender a vivir sin internet y gas en casa; cuando mis amigos más cercanos dejaron de venir a casa a visitarme y mi soledad se establece como un raro vinculo entre mi gato sordo y yo; por fin...

Empiezo a ver la vuelta de la esquina. Vuelvo a ver con naturalidad y sin un sentido dramático las actividades de todos. Me empieza a invadir una calma y tranquilidad que hace mucho tiempo no me visitaban. Mi economía se encuentra en un estado bastante deplorable y vivo con poco mas del salario mínimo, en promedio. Y sin embargo, la angustia y la ansiedad, me abandonan poco a poco. Mi pensamiento comienza a ser más claro y sorprendentemente mas optimista, a pesar de que las cosas parecen no haber cambiado.

Incluso la búsqueda o expectativa de tener una pareja ha perdido casi total relevancia. Que llegue quien quiera, si quiere. Si pasa mis complejos filtros... adelante y si no... solo de nuevo. Que la soledad me sienta cada vez mejor.

Nada ha cambiado. Cambie yo. Algo de lo que había estado roto desde hace meses... decenas de meses, se esta pegando de nuevo y esta resurgiendo el yo que hace, propone, se arriesga y pone todo sobre la mesa. El yo que la gente suele seguir y no por tristeza, ni lástima, sino por inspiración.

Aún es temprano para decir a donde voy, qué quiero hacer. pero veo la fisura de un cascarón, la membrana desgarrada y comienzo a ver la luz de una nueva vida. Renovado.

Mis procesos son extremadamente largos. Pero haré que valga la pena.