domingo, 23 de agosto de 2009

AMISTAD POR CONVENIENCIA III

(Léete primero AMISTAD POR CONVENIENCIA I y II)

Leyendo en el blog de Venus me puse a pensar en lo sutiles que pueden ser las conveniencias en una amistad.

En ocasiones, encuentras personas en tu vida que al parecer, no dan nada, pues no tienen nada que dar. Y entonces, logran una magia que pocos logran: se dan a sí mismos.

Tengo un amigo... más bien, un hermano: JACO; su mamá y la mía se conocieron antes de que fuéramos concebidos, y él y yo hemos convivido a través de más de 26 largos años, toda mi vida.
A veces, las diferencias de gustos, de carrera, de estudios y de ambientes nos han distanciado, pasan algunos meses sin que sepamos nada el uno del otro, y a veces siento que hablara con alguien que no conozco, pues podemos ser tan distintos. Pero nos bastan diez minutos para re-conocernos y encontrar en el otro al hermano que no tuvimos.

Ay otra persona, una chica que hace poco comenzó a meterse en mi vida de una manera muy padre. Hace unos días me sorprendió sobremanera. Fuí a su casa buscando una especie de "empujón" de parte de su madre, y quien me regaló las palabras que necesitaba escuchar fue ella. A su edad, podría esperar que no hay muchas cosas que me pudiera enseñar, y sin embargo, lo hace. Ya varias veces, quizá sin querer, me ha dado lecciones de vida que aprecio. ¿Qué me da ella? todo y nada, se da a si misma.

Dos personas sin nada más que dar, y que se dan todas. ¿Qué mas puedo pedir? no hay amistad más franca y bella que ésa misma. Jaco, FëEr, gracias por su cariño, y su entrega incondicional.

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