domingo, 12 de julio de 2009

AMISTAD POR CONVENIENCIA II

Gracias a varios de los comentarios del post "Amistad por conveniencia" he logrado ampliar y modificar un poco la opinión que ahí expresaba, ¡Justo lo que pretendía!

Kpa ha defendido una opinión que muchos podrían calificar de idealista, una perspectiva que en definitiva respeto, pues se necesita mucho valor y honestidad para mantenerse firme en ésa postura en tiempos como los actuales. Es una opinión que yo mantenía hasta que hace semanas comencé a darle vueltas al asunto lo que me llevó a postear la primera parte.

Doble J por otro lado, amplía mi perspectiva, ofreciéndonos tres tipos de relaciones simbióticas; el parasitismo, el mutualismo y el comensalismo. Ciertamente dudo que el término simbiosis pueda ser aplicado directamente sobre las relaciones dadas entre humanos, pero aún de no poder ser aplicado, nos brinda una perspectiva más variada y claramente observable en las relaciones humanas.


Simbiosis tipo 1: el parasitismo, en la que la asociación es desventajosa o destructiva para el organismo de alguno de los miembros.

Aunque a algunos no les agrade aceptarlo, creo que se da éste tipo de simbiosis entre padres e hijos (ya saben quién es el parásito ¿no?), donde el hijo extrae recursos económicos, tiempo y espacio del padre. Y todos conocemos relaciones amorosas o amistosas así.

Simbiosis tipo 2: el mutualismo en la que la asociación es ventajosa y necesaria para uno o ambos y no es dañina para ninguno de los dos.

Podríamos pensar o esperar que éste tipo de relación sería la ideal en toda sociedad humana: patrón-trabajador, pareja amorosa, amigos, comercio, el ganar ganar del que tanto se habla en la administración moderna. Aún así, qué difícil es encontrar el balance y qué raro encontrar que uno de los "simbiotes" no pretenda abusar de ésa relación.

Simbiosis tipo 3: el comensalismo, en la que un miembro de la asociación se beneficia mientras que el otro no se ve afectado.

Quizá la podríamos encontrar en un salón de clases de una escuela privada. El profesor recibe beneficios directamente de la escuela, quien lo contrata por realizar un trabajo, el alumno sería aquí el comensal. Se beneficia del maestro, quien no se ve afectado "directamente" por la relación con él. Pues la relación del profesor es directamente con la escuela, siendo el alumno el instrumento de su trabajo. (no se si me explico) Aquí me parece más difícil ejemplificar una relación amistosa en la que se de ésta simbiosis, sin embargo de forma definitiva existe en cierto grado en las relaciones humanos.

*mesografía

Claramente podemos encontrar variantes de éstos tres tipos de relación simbiotica en la que los seres humanos podemos salir beneficiados unos de otros en la construcción de redes sociales cada vez más complejas y elaboradas. Y aún así, encuentro beneficios inherentes en cada una de las simbiosis.

En la simbiosis número 3, el profesor no recibe pago del alumno, pero recibe retroalimentación, reconocimiento y satisfacción proveniente de una relación en la cual supuestamente "no se ve afectado" también existen puntos negativos, la apatía, la rebeldía y la falta de disciplina y compromiso tan comunes en los alumnos de hoy día (léete esto), sin embargo si los beneficios obtenidos (económicos y personales) no fueran compensatorios dentro de su esquema de valores y necesidades, el profesor dejaría de serlo.

La simbiosis número dos, definitivamente es el ideal de cualquier relación. Alguien que no quiere escribir en el blog me dijo que cuando el beneficio es económico, deja de ser amistad y se convierte en sociedad. Creo que puede ser sociedad cuando el beneficio económico repercute beneficios para ambos; pero entonces, cuando no existe beneficio económico en la amistad ¿De qué beneficios hablamos? Adquisición de conocimientos, críticas a tus errores, empatía y solidaridad, pertenencia son beneficios que también obtenemos al tener una amistad, de la cual ambos sujetos se pueden ver beneficiados con los mismos o diferentes factores.

Por último, en la simbiosis número tres, tomando la relación "patre-hijo" o "héroe-victima" (cuando se trata de una relación sin vínculos sanguíneos) el proveedor de beneficios también obtiene satisfacciones a cambio de su cuidado. Que puede ir desde alimentar su ego al saberse cuidador y protector de los desvalidos, hasta satisfacer sus necesidades de reconocimiento o superioridad al plantearse como un ser "por encima" de quien rescata, no me corresponde juzgar o criticar éste tipo de relaciones, ya cada quién sabrá porqué las mantiene, sin embargo, a la sombra, me doy cuenta de que en realidad no mantienes una relación de la que no obtengas algo. Quizá en ocasiones el precio a pagar sea alto o como decía mi abuela: "te salga más caro el caldo que las albóndigas" pero finalmente te mantienes ahí, porque hay algo que te otorga.

Por supuesto que lo preferible sería que todas las relaciones fueran sanas, sin perjuicios para ninguno y donde ambos se vieran igualitariamente beneficiados por una u otra razón, y qué increíble que los beneficios principales jamás fueran los económicos, sin embargo, no puedo negar la existencia de relaciones en las cuales ése tipo de beneficios son uno de los "anclajes" que la mantienen viva, sin que sea forzosamente el único motivo o beneficio encontrado.

Quizá a algunos les pueda incomodar ésta postura, pero ¿Qué mejor que desacerte de aquellas personas que no traen nada positivo a tu vida, que no te hacen crecer, ni evolucionar, ni pensar, y que ni siquiera te entienden? Viaja ligero, lleva aquello que te es útil, que tienes que tirar lo inservible y lo inútil para que las cosas nuevas (y positivas) encuentren un lugar dónde quedarse.

*Fuente: Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Simbiosis 12/07/2009.

1 comentario:

  1. Exacto...

    El deseo de posesión te lleva a "tener" chorromil contactos en el hi5, facebook, blog y agregar los más que puedas día a día sin importar; qué ni cómo sean y quieran, de donde vengan, lo importante es "ser quien tiene más".

    Viajo ligera hace tiempo y en uno muy corto serás testigo de que viajaré más ligera.

    Atreverme a despojarme de los piojos -que no sirven para nada- es... no encuentro el término... pero igual he de hacerlo por el bienestar de mi cabeza.

    Abrazos.

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