jueves, 26 de junio de 2008

FELIZ.... ¿CENTENA?

Por medio de este post, y justo al recibir mi visita número 100, quiero agracecer a todos aquellos cibernautas, amigos, críticos, curiosos, náufragos, extraviados, poetas, familiares y demás que se han dado el tiempo para visitar éste su blog.

Hace un par de días comentaba con Dausen "si nadie me hubiera visitado aún, no tendría sentido seguir escribiendo".

Comenzar ésta aventura con ustedes fue una decisión que me costó tomar, y espero que los contenidos que aquí encuentren sean lo suficientemente... lo que necesiten.

Ahora más que nunca me redescubro en ustedes, mis caminantes, los que acompañan a Ohtokani.

Cien veces gracias por visitar mi blog, mil veces gracias a aquellos que han ido más allá y agregan comentarios (si, puedes agregar comentarios, hasta abajo del post, en el link que dice "camina, comenta"... sip, ahí.)

Un millón de gracias por todos aquellos que después de esta cursísima entrada, mantengan la convicción de regresar. jajajajaja

Gracias

jueves, 19 de junio de 2008

VINCENT

Ejem, a petición de algunos de mis queridísimos caminantes, incluyo en éste post, una breve explicación que aclara "que rayos es esto".

Vincent Maloy es el protagonista de un poema escrito por el excéntrico Tim Burton, inspirado en él mismo. En el año de 1982, cuando trabajaba en Disney, tuvo la oportunidad de reunir a un equipo para producir un pequeño cortometraje llamado Vincent con la técnica stop motion que tanto lo ha caracterizado a través de los años.

Para aquellos que quieran una versión más fidedigna de éste corto, así como el corto de Frankenweenie, del mismo director, pueden encontrarlo en el DVD edición especial (en inglés) de "The nightmare before Christmas"

Chécate el corto.
Quiero saber más...






Vincent Malloy is seven years old
He’s always polite and does what he’s told
For a boy his age, he’s considerate and nice
But he wants to be just like Vincent Price

He doesn’t mind living with his sister, dog and cats
Though he’d rather share a home with spiders and bats
There he could reflect on the horrors he’s invented
And wander dark hallways, alone and tormented

Vincent is nice when his aunt comes to see him
But imagines dipping her in wax for his wax museum

He likes to experiment on his dog Abercrombie
In the hopes of creating a horrible zombie
So he and his horrible zombie dog
Could go searching for victims in the London fog

His thoughts, though, aren’t only of ghoulish crimes
He likes to paint and read to pass some of the times
While other kids read books like Go, Jane, Go!
Vincent’s favourite author is Edgar Allen Poe

One night, while reading a gruesome tale
He read a passage that made him turn pale

Such horrible news he could not survive
For his beautiful wife had been buried alive!
He dug out her grave to make sure she was dead
Unaware that her grave was his mother’s flower bed

His mother sent Vincent off to his room
He knew he’d been banished to the tower of doom
Where he was sentenced to spend the rest of his life
Alone with the portrait of his beautiful wife

While alone and insane encased in his tomb
Vincent’s mother burst suddenly into the room
She said: “If you want to, you can go out and play
It’s sunny outside, and a beautiful day”

Vincent tried to talk, but he just couldn’t speak
The years of isolation had made him quite weak
So he took out some paper and scrawled with a pen:
“I am possessed by this house, and can never leave it again”
His mother said: “You’re not possessed, and you’re not almost dead
These games that you play are all in your head
You’re not Vincent Price, you’re Vincent Malloy
You’re not tormented or insane, you’re just a young boy
You’re seven years old and you are my son
I want you to get outside and have some real fun.”

Her anger now spent, she walked out through the hall
And while Vincent backed slowly against the wall
The room started to swell, to shiver and creak
His horrid insanity had reached its peak

He saw Abercrombie, his zombie slave
And heard his wife call from beyond the grave
She spoke from her coffin and made ghoulish demands
While, through cracking walls, reached skeleton hands

Every horror in his life that had crept through his dreams
Swept his mad laughter to terrified screams!
To escape the madness, he reached for the door
But fell limp and lifeless down on the floor

His voice was soft and very slow
As he quoted The Raven from Edgar Allen Poe:

“and my soul from out that shadowthat lies floating on the floorshall be lifted? Nevermore…”

miércoles, 11 de junio de 2008

MADRE GATO

GE:

Grandes ojos amarillos
Testigos de mis pesadillas,
Silentes, sensuales,
Seductoras linternas que
Absorben energía y luz,
En lugar de proyectarla.

A:

Antítesis de la lealtad,
Infiel, independiente,
Improbable, impredecible,
Tan incoherente que
Es una “I” cuando debió
Ser una “A”.

TE:

Trazando un camino no rastreable,
De tónica preciosa,
Un camino que mis ojos
no pueden escuchar, unos pasos
que mis oídos no pueden sentir,
con una dulzura que mis manos
no pueden probar.

O:

Obscuras intenciones,
Pasos que oscilan sobre las paredes,
Los árboles y mis miedos.
Opacidad de los sentidos,
De mis sentidos de perro,
Perro maldito, perro flaco
Perro abandonado con una
Bola de pelos en la garganta.

¡Gato madre!
-Entiéndase por esto la que ha parido felinos.-

Tu que me seduces
Con tu profunda y fija mirada,
Cual faro proyectando falsos
Puertos de descanso.
Que me pierdes en el silencio
De tus paso y la suavidad
De tus ronroneos.
Que me rosas,
Que me hipnotizas
Con la lijosa textura
De una lengua capaz
De limpiar los rastros
De tu propia decadencia.

Gato, no es el que limpia mesas,
Ni gata la que tiende camas.

Gata eres tú
Con tu sonrisa felina
Tú, la no-mía
Tú, la nunca-mía.

¡Gato madre!
Tú que me atrapaste
Y no me dejaste huir
De tu mirada,
De tus grandes ojos amarillos,
De tu “I” que no fue “A”
De la tónica de tu camino
no rastreable
de tus obscuras intenciones,
y de la opacidad de mis sentidos,
mientras muero como perro
con una bola de pelos
en la garganta.

A mi unicornio

Creative Commons License
MADRE GATO by Ohtokani is licensed under a Creative Commons Atribución-Licenciamiento Recíproco 2.5 México License.

MI PRIMERA LECTURA

Ayer, como ya se me está haciendo una costumbre, fui al “Café del teatro” (por fin me aprendí el nombre) a escuchar a las poetas del megáfono, el tema: Los gatos.

Mi acompañante de ésta noche: Kiffis, una gran amiga que, para mi fortuna, trabaja a cuadra y media del café, así que el “paso por ti” se simplifica sobremanera. Llegamos ya un poco tarde a la cita y nos encontramos que había más gente que nunca, alrededor de 50 personas ya abarrotaban el lugar, y seguían llegando. Mmmm elegí mal día para leer por primera vez.

El martes anterior, tras mi semanal terapia de poesía, llegué a casa con poco más que gatos en la cabeza, gatos de colores, que me veían, que caminaban, gatos de diferentes tamaños que maullaban, que me seguían, que me embrujaban, gatos grises y azules, gatos hijos, gatos primos, gatos padres, gatoma… -¡ya wey! ¡duérmete!- Me decía a mi mismo mientras trataba de dormir con un gato ronroneando en mi cuello, con otro lamiéndome la oreja y uno más rasguñándome la espalda… -¡esto es una locura, pero si me va a dejar dormir…!-

Hace años que dejé de escribir poesía, más aún, toda la poesía que había escrito era de un género romántico, incluso meloso, pero ahí estaba yo, gateando las palabras que, inrreverentes se desbordaban de la pluma empujadas por otras que las seguían, que se conformaban en mi cabeza al tiempo que otras se vaciaban. Terminé y los gatos, ahora dormidos en el papel, me dejaron dormir a mi.

Y ahí estaba yo, después de pensar, y revisar, y releer, y repensar… con mi poema en un fólder, dando mi nombre (ohtokani, por supuesto) para la lista de lectores de ésa noche.

Varias de las poetas se manifestaron nerviosas e incluso Eva se abstuvo de su papel de presentadora; refugiada, cual infante, bajo su enorme melena llena de riza amolinada en un sillón, al fondo del patio. La verdad es que si Eva estaba nerviosa, lo mío era algo que no tenía nombre. Poco escuchaba de los poemas que se leían, mi nerviosismo iba en aumento y la cerveza no parecía hacer ningún efecto. A poco estuve de echarme para atrás, pero fue justamente Nicole, una de mis favoritas, quien me presentó como: Ohtokani, un asíduo visitante a las poetas que hoy, leerá por primera vez… Comprometido así como estaba, subí y leí en ése foro que tanto me ha impresionado.
Ya después de descender pude asimilar que el mejor maestro de historia quehe tenido es padre de uno de mis lectores favoritos: “Emiliano”; que otra amiga que juró llegar, no llegó; que la cerveza comenzaba a hacer más efecto en mis riñones que en mi cabeza; que Nicole y David anunciaban su retiro del foro; que llovía, y que desde la calle, tan irónico como se lo imaginan, un gato me miraba.

El nuevo tema para el próximo martes: miel, anoche sí pude dormir, definitivamente la miel, con todo y que es pegajosa, no es tan latosa como los gatos.

martes, 3 de junio de 2008

RIDICULO

Basta con escribir la palabra y algunos nos sentimos un poco incómodos.

-- Yo no me dejo llevar por lo que dicen los demás, soy auténtico – exclaman muchos asumiéndose independientes y no influenciables.

La timidez, fue un fantasma que consumió la mayor parte de mi infancia y cegó, cual cataratas, muchos de mis anhelos por temor a las personas, a sus pensamientos, a sus reacciones, a lo que dijeran o pensaran de mí, ¿Qué es eso, sino temor a hacer el ridículo? ¿Temor a hacer, decir, o ser algo o alguien que los demás no aprueben, o peor aún, que consideren jocoso, no digno, estúpido, no “común”?

En uno de los libros de Harry Potter, se les enseña a los alumnos a combatir a los boggarts, criaturas capaces de transmutarse en el mayor temor de quien tienen enfrente, ¿la solución? Un hechizo sumamente sencillo de ejecutar, si eres capaz de combatir tu temor: ridikullo, éste hechizo, colocaba al boggart en una situación tan ridícula que era imposible temerle y más que miedo, provocaba risa al quedar tan tremendamente humillado Ése es el poder del ridículo, contra el cual, encontré mi propio hechizo.

Hace algunos ayeres tuve la fortuna de encontrar a mi camino a alguien que (a pesar de muchos otros problemas) destacaba increíblemente por un desprecio al ridículo que rayaba en la locura. Fue una de las temporadas mas divertidas de mi vida. Bajábamos de los taxis al estilo “comando”, musicalizábamos con nuestras horrendas voces las canciones que alguien más cantaba, nos convertíamos en mimos sin maquillaje, jugábamos con la aparente inocencia de un niño con la conciencia de que nos ridiculizábamos a nosotros mismos.

¿Saben qué sucedía? No nos convertimos en payasos de nadie, la gente no se reía de nosotros, se reía con nosotros, a la vez que adivinábamos en sus miradas el anhelo de atreverse a ser, decir o hacer lo que quisieran ser, decir o hacer, y no lo que los demás esperan que sea dicho o hecho. Nos convertimos en inspiración, en héroes para algunos, en soporte y alegría para otros, y todo con el sencillo, pero prohibido placer, de ser justo quienes somos.

Yo soy quien soy, -- dirán muchos de los que lean éste post --, pero les apuesto a que todas las mañanas se miran en el espejo pensando en cómo se verán o qué ponerse, o que lamentan haber dicho algo que hizo que aquella persona que admiran cambie su opinión acerca de ustedes, o que han cometido el error de tratar de cambiar y mostrarle su mejor cara a la persona que aman.

Si no lo han hecho, felicidades, pues es algo muy difícil. ¿yo? He ido perdiendo el talento, a veces absorbido por el sistema, por la sociedad y sus “deberían” me veo arrollado hacia la moda, al estereotipo, al predecible ser. Lo que me mantiene vivo y lo que conserva éste brillo en mis ojos, son aquellos momentos en que recupero la capacidad de ser, tan libre, individual y único que no puedo ser juzgado sin que el juicio sea injusto, tan niño, tan feliz, tan grande…