miércoles, 30 de abril de 2008

CEGATÓN


Les presento otro de mis trabajos fotográficos, esta vez se trata de "Cegatón". La fotografía tiene más valor visual que conceptual, se logró por medio de una fotografía tomada con un rollo de diapositivas revelado en referencia cruzada (o al menos me dijeron que era algo así) ja ja ja. El chico que está en la foto es un zanquero que me encontré en el centro de Coyoacán, quien muy amablemente accedió a posar para la foto al lado del poste. Lo valioso aquí por rescatar es que si la foto hubiera sido expuesta de forma normal, estaría "bien", pero sólo eso, al revelarla "en negativo" logramos un discurso visual interesante que contrapone el contenido de la foto con la presentación visual. Te pone a pensar el tipo de ceguera que puede presentar un ciego, en contraposición a tu propio tipo de ceguera que puedes tu tener al observarlo, puedes incluso suponer que es a ti a quien te llama cegatón al no poder descifrar o descubrir todo aquello que te rodea en tu vida diaria, no lo sé, quizá no es para tanto, pero es una de mis fotos favoritas, ganadora del concurso "Rostro Negro" en la categoría "Fotografía Master" de la Universidad De la Comunicación 2005, ¿Cómo no la voy a querer?


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miércoles, 9 de abril de 2008

UNA AVENTURA CON "LAS POETAS DEL MEGÁFONO"

Ayer, tuve una aventura que me tomó completamente desprevenido. Después de varios meses, por fin empaté tiempos con una amiga mía, con quien había postfechado el cafecito por distintos compromisos, propuse una cafetería Ubicada en la calle de Tonalá, entre Tlaxcala y Aguascalientes, en la colonia Roma, no me pregunten en nombre, no lo sé.

El lugar me agrada mucho, tiene ése aire que solía tener la casa de tu abuelo, lleno de libros a la venta y artículos decorativos que bien te puedes encontrar en el tianguis de la lagunilla o con un poco de suerte, en el corredor de arte de Álvaro Obregón. Me gusta además porque siempre es tranquilo, nunca me he topado con más de 3 mesas ocupadas al llegar y generalmente me voy cuando soy el último que queda por pagar la cuenta, pequeño despistado, sumido en algún viejo libro que no se enteró cuándo se fueron los demás parroquianos.

Pues bien, llegué con mi amiga a eso de las 8:30, y el lugar era justo el que les describí, sin embargo, después de un par de capuchinos el lugar comenzó a llenarse con personas muy peculiares, ése tipo de jóvenes medio hippies que sabes que te encontrarás en el centro de Coyoacán, pero no precisamente en la Roma, chanclas, huaraches, morrales, peinados o “despeinados” al más puro estilo cheguevarista. – Aquí pasa algo – concluí suspicazmente ja ja ja.

Pues si, después de unos 20 minutos, el lugar estaba completamente abarrotado, y poco tardamos en enterarnos, por medio de los murmullos que llenaban el lugar, que “Las poetas del megáfono” organizaban cada Martes un círculo de poesía en ése café. El tema de ése día: “Ser o no ser”.

El inicio del círculo no podía haber sido más irónico, pues “Soraya” (creo que así se llamaba), nos sorprendió tocando unas melodías de su propia composición, lo extraño aquí es que por cómo sonaba la guitarra y por la forma en que azotaba las cuerdas arrítmicamente con sus dedos indisciplinados, podías darte cuenta que no era músico, y seguramente tampoco cantante, ser o no ser… interesante tema.

Durante el resto del círculo, desfilaron ante mis ojos los personajes más variados, pero aún más valioso, las palabras que inundaron mi cabeza de pensamientos, ideas y sensaciones, algunas arrastrándose siseantes como el humo del cigarro que poco a poco inundaba el lugar, otras más estableciendo un nido en el terreno mohoso y húmedo de mi inconsciente y las últimas volando tan rápido y alto que, antes que pudiera asirlas, apenas me daban tiempo de sentir la caricia de su aleteo un momento antes de desaparecer, seguidas de otras 5, 6, 7, 8 que pasaron sin dejar siquiera rastro, dejándome atónito ante su belleza y mi incapacidad de volar tan alto.

Un encuentro inesperado, inspirado, atrapado entre las sillas de los permanentes voluntarios. Una copa de vino ¿Porqué no? En el borde de mi copa, un beso depositado; en otro lugar, en otro momento, motivo de queja, ahora, puerta al ensueño; cada sorbo, un dulce beso. El lamento desesperado de una guitarra que se desgarra al pasar de ella las garras, palabras regadas, acertadas, extraviadas, encontradas, inspiradas, algunas inventadas.

Hormigas, bolas de billar, pupilas, violonchelos y recuerdos rotos, como las hojas rotas, como los focos rotos, lanzados desde un cuarto piso porque es de noche. Porque no quiero joyas ni relojes, porque no quiero ser burócrata con dinero, porque lo único que quiero que oigas es que me muero por decir… te quiero.

viernes, 4 de abril de 2008

TODO LO QUE SIEMPRE HAS DESEADO...

Hace un par de días, una amiga me preguntaba porqué no podemos tener todo lo que deseamos. Sé que su pregunta no tenía la mayor intención que hacer notar que no se sentía muy a gusto, pero me puso a pensar.

Si tuvieras todo lo que siempre has deseado... ¿Qué mas? Nada.

Si tuvieras un porshe, un corvette, y una hummer de cada color, si tuvieras una casa enooorme, con su albercota y todos los lujos imaginables, si tuvieras la salud de de un campesino y la energía de un niño, si tuvieras tus propios negocios y además buenos administradores en quién confiar. si tuvieras a la mujer de tus sueños, excelentes relaciones con tu familia, todos los amigos que pudieras guardar en tu directorio...

¿Qué te movería? Quizá te la pasarías los días gozando de tus lujos, viendo películas, videojuegos o usando tu gym personal... ¿Y después? Estoy seguro que aún el más fan, no podría soportar más de 6 meses frente a una pantalla de sol a sol.

Son justamente aquellas cosas que no tenemos (y que deseamos) las que nos hacen levantarnos con energía en las mañanas a retar al mundo, es mi deseo de obtener un ascenso lo que me incita a superarme continuamente, es mi pasión por la fotografía lo que me hace ahorrar peso por peso para comprarme ésa nueva cámara, y son ésos momentos, cuando alcanzas lo que deseabas lo que más valoras de la vida. El resultado de una ardua jornada de horas, dias o a veces hasta años convertido en una realidad que puedes disfrutar.

¿Porqué no puedo tener todo lo que quiero? ¿Porqué no quiero tener todo lo que quiero? porque no tener lo que tanto deseo y buscarlo día a día es mi motivo de vivir.