miércoles, 27 de octubre de 2010

I'VE GOT SOMETHING ELSE, BUT IT MAY NOT BE FOR YOU

Hace algunos minutos, estaba viendo uno de los grandiosos videos de las conferencias TED, ésta precidida por Sir Ken Robinson, y finalizó su ponencia con la lectura de un hermoso poema de W.B. Yates, que me conmovió y quise compartir con ustedes. Lo transcribo a continuación primero en inglés y luego en español:

Had I the heavens emboidered cloths,
enwrought with gold and silver light,
the blue and de dim and the dark cloths
of night and light and the half-light,
I would spread the cloths under your feet;
but I, being poor, have only my dreams;
I have spread my dreams under your feet;
tread softly, because you tread on my dreams.

Tengo algo más pero no puede ser para usted.

Si tuviese yo las telas bordadas del cielo,
recamadas con luz dorada y plateada,
las telas azules y las tenues y las oscuras
de la noche y la luz y la media luz,
extendería las telas bajo tus pies;
pero, siendo pobre, sólo tengo mis sueños;
he extendido mis sueños bajo tus pies;
Pisa suavemente, pues pisas mis sueños.

Aunque podría interpretarse como una lamentable renuncia a los propios sueños, yo lo veo distinto. Lo veo como la personificación de los sueños en la amada. Tú eres la materialización de uno de mis sueños, y con quien anhelo compartir el resto. Pisa con cuidado, suavemente, pues te doy mis mayores anhelos.

martes, 26 de octubre de 2010

EL EFECTO BOOMERANG

Conocido como "La ruleta de la vida", "El equilibrio de la vida" o como "El efecto boomerang", es una hipótesis que señala la posibilidad de que todo lo que uno haga en la vida será retornado de la misma forma.

Es uno de mis placeres culposos, lo acepto. Está demás aclarar que sólo me produce placer si el destino del atinado efecto no va a parar a mi persona.




Nunca he sido una persona vengativa, o por lo menos no una vengativa-activa. No me deshago la cabeza planeando ridículos proyectos que hagan sufrir a quien me hizo la vida imposible. Simplemente creo que hay cosas más importantes y útiles que hacer; sin embargo, de vez en vez, la vida nos da el pequeño placer de observar el "efecto boomerang" en acción.

¿Recuerdas ése auto que te dió el cerrón sin motivo alguno? el mismo auto que viste con una llanta ponchada un par de cuadras más adelante.

¿Ya olvidaste al chico aquél que te dejó en el "mejor momento de la relación" para irse con ésa wera cabeza hueca? Ése que después te llamó diciendote que embarazar a la barbie aquella, cambiar todo su esquema de vida y descubrir que la suegra tenía planes de vivir con la feliz pareja le ha hecho pensar mucho en tí.

¿Expulsaste de tus recuerdos a tu primer patrón? Ése maldito explotador que te trató como un esclavo y que un par de años más tarde llamó a tu nueva oficina solicitando hacer una presentación para venderte sus servicios sin tener la mínima idea de con quién está hablando?

Yo sé que no.

A veces el boomeran llegó muy lejos en su viaje de ida y tarda algunos años en regresar, en ocasiones incluso ya superado el trauma y reparados los años te enteras "lo que le pasó a aquel/aquella" por terceras personas sin haber tenido la mínima intención de seguirle la pista, pero ahí está.

Ese dulce sabor a venganza sin esfuerzo. Es incluso mejor que haber planeado todo, porque sabes que te salió gratis y que puedes irte sin un sólo cargo de conciencia mientras ríes por lo bajo.

viernes, 15 de octubre de 2010

NO ES LA REINA DE CORAZONES

Yo la conozco, lo juro. Y no es la reina de corazones, se trata de una Emperatriz. La Emperatriz del Trajín.

Algunos dicen que fue autonombrada, sin embargo, sería difícil negar que es un lugar que le pertenece.

Como es un hecho probado en las figuras de la realeza, su poder está directamente relacionado con su sometimiento. Los brazos de la Emperatriz, su visión y su influencia, llegan más alla de ríos y montañas, y sus gobernados viven, algunos en su castillo, otros del otro lado del Océano. Su furia es temida por amigos y enemigos, pero todos coinciden que es parte de su encanto: su pasión. Su sometimiento aparece junto con la responsabilidad de gobernar a tantos. A veces no puede salir del castillo administrando lo necesario para asegurar su supervivencia y la de los suyos, aunque es cierto también que de cuando en cuando toma la llave del enorme portón, y escapa encapuchada montada en un corcel dorado.

La Emperatriz del Trajín también tiene poderes mágicos. Fruto de una atigua maldición que ataca aleatoriamente a la realeza desde hace siglos. Tiene una vista capaz de encontrar la mínima mancha detrás de cada puerta, de atravesar el corazón de los mortales y de enconger a un corazón atormentado con un sólo parpadeo. También se transforma en un huracán veloz que arrasa con la suciedad de su entorno. La magia también tiene un lado obscuro. Cada año, durante un mes entero debe encerrarse, no en una torre, sino en su corazón. Ahí lame las heridas que la maldición le ha causado. Algunos años regresa renovada cual joven Emperatriz; otros los ungüentos no surten el mejor efecto y tiene que seguir curándose por un tiempo para volver a su activo reinado, aunque nunca vuelve a ser la misma.

La Emperatriz del Trajín puede jactarse de no ser la misma nunca. Cambia, evoluciona, se obsesiona, aprende... yo la veo como una artista de sí misma. Temperamental como un expresionista, profunda como un barroco, indescifrable como un surrealista, honesta como un realista y fulminante como un dadaísta, pero una artista al final.

Está casada con un mono sabio. Algunos lo conocen como Doble J, quien gobierna junto a ella y la acompaña en su lucha contra el mundo y contra sí misma todos los días buscando que su descendencia, un par de nobles príncipes, (El verdadero Príncipe Encantador y la Princesa Caramelo con Chamoy) hereden su magia y no contraigan sus maldiciones.

Ella, Venus. Mi Emperatriz, Teporinga para algunos cuantos allegados. La mujer de 10 rostros, diez poderes y 10 maldiciones. No es un ama de casa común, no es una madre común, no es una esposa común, no es una amiga común, es una Emperatriz. Una mujer para amar y temer.

miércoles, 6 de octubre de 2010

DENISE DRESSER: VA PA' TRAS

Quiero compartir un correo electrónico que me llegó con una columna escrita presumiblemente por Denise Dresser, una de las periodistas internacionales más importantes del país.

Está de sobra decir que concuerdo completamente con ella, aunque cualquier opinión es válida.

***

Denisse Dresser: Va pa' tras.

Basta con ver la cara de los priistas en cualquier acto público. Basta con advertir las sonrisas compartidas, los rostros complacidos, los abrazos entusiastas. Están felices y se les nota; están rebosantes y no lo pueden ni lo quieren ocultar. Saben que vienen de vuelta, saben que están de regreso, saben que encuesta tras encuesta los coloca en el primer lugar de las preferencias en las elecciones estatales y cada vez más cerca de recuperar el control del gobierno federal. El PRI resurge, el PRI revive, el PRI resucita. Beneficiario del panismo incompetente y del perredismo autodestructivo, el Revolucionario Institucional está a un paso de alcanzar el picaporte de Los Pinos tan sólo dos sexenios después de haber sido expulsado de allí.

Para muchos mexicanos esta posibilidad no es motivo de insomnio ni de preocupación. Hablan del retorno del PRI como si fuera un síntoma más de la normalidad democrática. Un indicio más de la alternancia aplaudible. Un indicador positivo de la modernización que México ha alcanzado y que ya sería imposible revertir. "El país ya no es el mismo que el de 1988", advierten quienes no se sienten alarmados por resurrección priísta.

"El PRI no podría gobernar de manera autoritaria como lo hizo alguna vez", sugieren quienes celebran los logros de la consolidación democrática. "Los priístas se verían obligados a instrumentar las reformas que hasta ahora han rechazado", auguran los oráculos del optimismo.

Y ojalá tuvieran razón las voces de aquellos a quienes no les quita el sueño la posibilidad de Enrique Peña Nieto en Los Pinos, Manlio Fabio Beltrones en la Secretaría de Gobernación, Beatriz Paredes en cualquier puesto del gabinete, y Emilio Gamboa en la presidencia del PRI, Ojalá fuera cierto que una nueva era de presidencias priístas sería señal de alternancia saludable y no de regresión lamentable. Ojalá fuera verdad que tanto el país como el PRI han cambiado lo suficiente como para prevenir el resurgimiento de las peores prácticas del pasado.

Pero cualquier análisis del priísmo actual contradice ese pronóstico, basado más en lo que sus proponentes quisieran ver que en la realidad circundante. Como lo escribe el columnista Tom Friedman en The New York Times, en México hoy coexisten tres grupos: "Los Narcos, los No's y los NAFTA's": los capos, los beneficiarios del status quo y los grupos sociales que anhelan el progreso y la modernización. Y hoy el PRI es, por definición, "El Partido del No". El que se opone a las reformas necesarias por los intereses rentistas que protege; el que rechaza las candidaturas ciudadanas por la rotación de élites que defiende; el que rehuye la modernización sindical por los "derechos adquiridos" que consagró; el que no quiere tocar a los monopolio porque fue responsable de su construcción. El PRI y sus bases son los "No's" porque constituyen la principal oposición a cualquier cambio que entrañaría abrir, privatizar, sacudir, confrontar, airear o remodelar el sistema que los priístas concibieron y del cual viven.

A quien no crea que esto es así, le sugiero que lea los discursos atávicos de Beatriz Paredes, que examine la oposición pueril de Enrique Peña Nieto a la reelección, que reflexione sobre los intereses cuestionables de Manlio Fabio Beltrones, que estudie los negocios multimillonarios de Emilio Gamboa, nuevo dirigente de la CNOP y próximo presidente del partido. Allí está el PRI clientelar, el PRI corporativo, el PRI corrupto, el PRI que realmente no cree en la participación ciudadana o en los contrapesos o en la rendición de cuentas o en la apertura de la vida sindical al escrutinio público. Si la biografía es micro-historia, entonces se vuelve indispensable desmenuzar la de Emilio Gamboa ya que su selección reciente para una de las posiciones más importantes del priísmo revela mucho sobre el ideario, los principios y el modus operandi de la organización.

Emilio Gamboa, descrito en el libro coordinado por Jorge Zepeda Patterson, Los Intocables, como el broker emblemático de la política mexicana; el intermediario entre el dinero y el poder político.

Vinculado al Pamexgate, al quebranto patrimonial en Fonatur, al crimen organizado vía su relación con Marcela Bodenstedt y Cártel del Golfo, a las redes de pederastía, al tráfico de influencias. De nuevo en la punta del poder dentro de su propio partido.

Ése es el PRI del 2010 y si no lo fuera, su dirigencia ya habría denunciado a Emilio Gamboa junto a tantos que se le parecen. Pero no es así. El PRI nuevo milenio y el que se apresta a gobernar a la República sigue siendo un club transexenal de corruptos acusados y corruptos exonerados; de cotos construídos sobre la intersección de la política y los negocios; de redes tejidas sobre el constante intercambio de favores y posiciones, negociadas a oscuras. En una conversación telefónica grabada y ampliamente diseminada -que a pesar de ello no ha hecho mella en su carrera política- Emilio Gamboa le dice a Kamel Nacif; "va pa' tras". Y ése es el mismo mensaje que el PRI envía sobre el país bajo su mando.

"Va pa' tras"
Por Denise Dresser
Grupo Reforma

***

Con ésto no quiero decir que prefiero a un PRD protector de César Godoy y otros tantos, ni a un PAN que ha demostrado una ineptitud amplia para dirigir al país pero una aptitud sobresaliente para crear negocios negros justo antes de la salida del Secretario de Gobernación (Creel).

Simplemente propongo un alto a la amnesia política del país, amnesia que nos ha mantenido pasivos durante décadas, porque es más sencillo preguntarse de dónde salió el chupacabras que preocuparse por lo que hacen aquellos que tienen las palancas en las manos.


"El que no pueda recordar el pasado, está condenado a repetirlo"

lunes, 4 de octubre de 2010

GRAGEAS DE TODOS LOS SABORES

En 16 de septiembre por la noche, fui con mi novia a ver la iluminación del centro histórico. Entre los payasos, puestecitos y algodones de azúcar volando pasamos una buena noche.

Cuando íbamos saliendo por la calle de Madero, se me acercó un niño ofreciéndome grageas:

- Grageas señor, grageas de todos los sabores.

-¿Qué dices niño, de todos los sabores?

Bueno, no todos, sabores de México nomás. $20 pesos la bolsa con 50 grajeas.

La bolsa era pequeña, con pequeñas grageas al estilo de las antiguas "Aciditas". Su apariencia y la ganga que representaba el precio me convenció.

Ya tibiecitos en casa, le propuse un juego, partirlas a la mitad y con los ojos vendados tratar de adivinar de qué sabor era cada una de las condenadas pastillitas. Hicimos una lista la cual transcribo ahora:

  1. Pepitas saladas (muy buen inicio)
  2. Mole (No estoy seguro, pero creo que era negro)
  3. Corrupción (ésta te deja un sabor amargo al fondo de la boca)
  4. Merengue (¿Como le harán para integrar el sabor de la galleta del gaznate?)
  5. Tequila (me agarró desprevenido y casi me ahogo)
  6. Violencia (En la boca sabe similar a una salsa de habanero, pero además de arder, quema)
  7. Amnesia política (éste sabor me costó trabajo de definir, sabe a sangre y pólvora, y de pronto el sabor desaparece)
  8. Solidaridad (Esta tiene un sabor dulzón y fresco)
  9. Pulque (medio babosita y pegadora)
  10. Nieve de limón
  11. Chapulines
  12. Pozole (creo que era de pollito estilo Guerrero)
  13. Desempleo (esta te deja un sinsabor medio extraño, y una sensación de vacío en el bolsillo)
  14. Fiesta (sin resaca, DELICIOSA)
  15. Tlacoyo (de frijolito ay de acordarme hasta se me hizo agua la boca)
  16. Demagogia (esta marea hasta a el más resistente)
  17. Amistad (Un dulce sabor que permanece incluso cuando te comes otras menos agradables)
  18. Patrioterismo (Se siente un picor en la nariz como de cuete quemado, y le dan ganas a uno de gritar alucinado como si fuera el último día del maratón guadalupe-reyes)
  19. Chiste (esta grajea es estupenda, le quita a uno el mal sabor de boca de otras grajeas)
  20. Nopal (a ella le encantó, aunque no fue de mis favoritas)
  21. Escaramuza (difícil de mascar, se te pega mucho en las muelas)
  22. Enchiladas (verdes, con pollito)
  23. Creatividad (sabe como a muchas cosas juntas, pero al final, ambos percibimos un sabor diferente y único)
  24. Oportunidad (esta es refrescante como menta pero revitalizadora como una bebida energizante)
  25. Secuestro (de las más desagradables, te seca la boca y te pone un poquito paranoico)
  26. Tlayuda (le integraron un sonido como a tostada quebrada)
  27. Chilindrina (justo cuando me preguntaba si habría alguna de pan)
  28. Tenacidad (un sabor extraño, amargo, pero no desagradable, y te hincha el pecho como pichón)
  29. Escamoles (De no ser por ésa textura única, jamás lo habría adivinado
  30. Cochinita (Ooootra, oooootra)
  31. Desilusión (Amarga, como casi nada, pero afortunadamente el sabor pasa deprisa)
  32. Tamal (Nos salieron dos, una de dulce y una de mole con pollo)
  33. Tuna (por fortuna no incluyeron las espinas, porque si no...)
  34. Chile verde (¡Agua! ¡agua!)
  35. Dulce de calabaza (mmmm)
  36. Chile en nogada (No se la perdono al chamaco si no la pone)
  37. Champurrado (ahora sí me puedo morir feliz)
  38. Cuete (A pesar de lo que muchos podrían suponer, no es un sabor desagradable, pica un poquito la nariz, y sabe un poquito quemada pero, me puso muy contento)
  39. Canica (jajajaja, ésta sabía a vidrio no fue rico, pero sí divertido)
  40. Tinga (De saberlo un poquito antes, la ponemos en un taco)
  41. Flor de calabaza
  42. Pipitza (Después de tanto taco, ya hacía falta)
  43. Gusano de maguey (Yo si lo identifiqué, pero no le dije a ella, porque le dan asco)
  44. Cocada
  45. Barbacoa (ay por favor, que salga otra)
  46. Amaranto (esta se deshacía en bolitas dentro de la boca)
  47. Incertidumbre (te deja un sabor entre agrio y seco en la garganta, chispas, cuando íbamos tan bien)
  48. Amor (Calientita como una taza de café y dulce como una cucharadita de miel)
  49. Itacate (masudita y sabrosita)
  50. Cerveza (Que alivio terminar con ésta y no con alguna otra desagradable, por cierto, el sabor de Amistad, aún permanece en mi boca)
He querido regresar al Zócalo a buscar al niño para comprarle otra bolsita, a pesar de que casi nos empachamos con el paquetito. Sé que aún hay muchos sabores más que probar, y aunque hubo algunos ratos amargos, al sacar un balance, puedo decir que mi México sabe muy bien.