domingo, 29 de julio de 2018

Noche silenciosa

¿Y que hago entonces con ésta soledad? Esta falta de compañía. No necesito un amigo, tengo los necesarios, no necesito familia, la tengo, incluso el gato blanco que llego hace tres días a mi vida rellena espacios... Pero hay algo aquí dentro que no se satisface, que clama por algo más. Un beso, una sonrisa enamorada, la caricia por la tarde, la complicidad en la mirada. Y quizá soy yo el del problema. En mi mente supongo, no sé, quizá sea muy exigente, aquella voz dulce me dice que solo es que sé lo que quiero. Y por momentos... Por dias, parece que lo que quiero es inalcanzable. ¿Entonces estoy condenado por mi mismo? ¿Existe salida? ¿Existe un camino? No quiero ser el viejo solitario, pero me niego a quedarme con alguien que no me llene. Que no acelere mi corazón e inunde mis sentidos. Existe seguramente, pero quizá sea demasiado exigente, o sepa lo que quiere, y lo que quiere, quiza no sea yo.