(léete primero la Parte I)
Hace dos noches, sucedió una tragedia. Un pinche gato (si, un pinche gato) le vió cara de caja de arena al macetón donde estaba plantado mi ajito. Por la mañana mi mamá me llamó para ver el desastre. Tierra regada, caca de gato en la maceta, y un ajito bebé desenterrado. ¡No manches! ¡Yo que lo anduve presumiendo y ya lo tengo prometido, nomás que crezca!
Al tomar el ajito me di cuenta que el diente había cambiado de forma, de modo que había "bajado" más profundo como si se estirara a la tierra. Todo lleno de tierra, estaba irreconocible, pero éste ajito es especial y confío en él.
Así que lo enterré de nuevo, le ajusté la tierrita y le dije así, de cerquitas. -"échale ganas cabrón, yo veo cómo me encargo del que te hizo ésto"- Dicen que hablarles a las plantas les ayuda ¿no?
Les dejo la fotito del ajito recién plantado (de nuevo) después del ataque del bicho ése.
Por supuesto que anoche íbamos a tomar precauciones para que el gato no intentara matarlo (si no es que ya lo logró) así que mi madre le puso una "armadura antigatos" y si, el nombre se lo puse yo. Les dejo la foto.
Anoche, mientras le contaba a la Ballerina de mi ajito, propuso el nombre ideal para mi primer experimento agrícola exitoso (claro, si sobrevive). Esperemos que su capacidad de supervivencia nos dé material para otra entrada, y un pretexto para ponerle nombre.
Ah tan relindo mi ahijao!!!!!
ResponderEliminarojalá su armadura y tus cuidados le sean de mucha ayuda
Pues parece que está sobreviviendo el ataque del gato ése... pero no quiero hacerme ilusiones hasta pasadita la semana. De mientras, todas las noches le dejo la armadura puesta, no vaya a ser el diablo... o el gato.
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