De a poco, he ido comprendiendo cosas, que no debo complacer a nadie, que no debo agradarle a nadie, que mi vida es mía y sólo mía. tengo prudencia con los demás, respeto la vida y a los seres vivos, soy moralmente correcto, (creo). Y peleo sólo por lo mío. No robo, no engaño y no traiciono. Esperé mucho de eso a mi alrededor y de varias personas obtuve lo opuesto. Y si, así son las cosas, empiezo a comprender que antes de salvar a otros, me debo salvar a mi.
Epifanías que llegan a los 42 años. Viejo estúpido... y soñador.
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