viernes, 13 de noviembre de 2009

PAGINA UNO

Tras casi 8 meses de un intenso trabajo psicológico, tras muchas dudas, rechazos y negociaciones, después de analizar cuidadosamente el trabajo de marketing del lugar al que asisto y las probables ganancias que reditúa un negocito de ése tamaño, estoy a punto de terminar mi primera etapa de introspección, renovación y cambio.

La parte climática de esta primera etapa, se llama master, un programa diseñado para la creación de un cambio profundo en tu vida y tu perspectiva de las cosas. Allá, ví y sufrí heridas emocionales y físicas, pero puedo decir que valió la pena.

Me encuentro viviendo, no una nueva vida, sino una nueva perspectiva de las cosas. Me siento mucho más en paz conmigo mismo y con los demás. Se desaparecieron mis culpas y mi dolor del pasado y me doy una nueva y magnífica oportunidad de ser felíz. Un momento para tomar decisiones, muchas decisiones acerca de lo que quiero en mi vida, y lo que estoy dispuesto a hacer para conseguirlo.

Gracias a la wera, a Bran, a Paco, a mi ángel y a PP, por hacer de éste momento, algo tan especial.

4 comentarios:

  1. Que profundo se lee esto... Es un gusto que por medio de estas líneas transmitas tan clara, directa y abiertamente las nuevas perspectivas de tu vida y experiencias.

    Desde mi punto de vista, no creo que hayan desaparecido tus culpas y dolores del pasado, digamos que son como las cicatrices, ya no te lastiman porque se secaron, pero siguen ahí. Solo que las has analizado, racionalizado, asumido y en "algunos" casos aceptado. Despojarte de ese lastre es como cuando después de estar varias horas arrodillado te levantas, el alivio que sientes es inigualable.

    Enhorabuena por descubrir que siempre existe la oportunidad de proveernos la felicidad. Esa felicidad que emana de nuestro interior sin importar que el exterior intente boicotearla.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Tengo claro que un proceso de cambio de ésta magnitud es una labor constante. Luchar contra tus propios estereotipos, paradigmas, juicios y culpas. Esforzarte por no dejar de mirar en ésta nueva dirección y luchar contra el impulso de volver la vista a donde siempre miraste.

    Lo que uno debe recordar siempre es que tu forma de hacer las cosas ya te llevó a donde podía llevarte y cada cierto tiempo, hay que arriesgarse un poco para generar nuevas cosas.

    Un beso, mi Emperatriz.

    ResponderEliminar
  3. orale mano no me imagine que hubieras ido al psicologo pero que bueno que terminaste tu tratamiento y que este te haya servido para reecontarte y llenarte de felicidad. que ese proceso no se termine

    ResponderEliminar
  4. El tratamiento nunca se termina, nunca cuando se trata de nosotros mismos. Como dije ahí, se trata de un ejercicio constante, de una continua revisión y ajuste de nuestras perspectivas. He retrocedido un poco en algunos aspectos, como es natural y como lo esperaba, tendré que buscar otra ventana que renueve mis perspectivas.

    ResponderEliminar