viernes, 21 de enero de 2011

RAÚL Y DINA

Era una tarde de Enero cualquiera, Raúl trataba cuidadosamente de quitarse una uña enterrada. Enterrada como el recuerdo de Dina, ésa femme fatale que lo había abandonado hacía apenas cuatro meses y que él aún no superaba.

De pronto, un movimiento en falso y ¡clik! Algo extraño sucedió en su cerebro, el intenso dolor físico que sintió tomó la ruta equivocada y se conectó con el área encargada de sentir su dolor de amor por Dina. Y la sintió justo ahí, en su uña, ahí estaba su mirada, su voz, su piel y sus desplantes de niña caprichosa y toda ella. A él le sorprendió sobremanera el descubrimiento. La uña dolía, dolía como le dolía ella, pero al mismo tiempo estaba su presencia y su recuerdo, encarnado en su uña.

No terminó de curarse, algo había de bueno en sentirla. Cojeó 2 semanas hasta que la uña cedió y el cuerpo la expulsó naturalmente. Y ella lo dejó de nuevo. Pero Raúl se había acostumbrado a llevarla con él, sentía que caminaba a su lado, o con él. La llamó por teléfono.

-Regresa -rogaba él.

-Tut tut tut tut respondía el teléfono en cuanto Dina identificaba la voz.

Raúl volvió a deprimirse, no pensaba bien. ¿Cómo era posible que lo hubiera abandonado otra vez? Parecía que estaban bien, iban juntos a todas partes y habían vuelto a dormir juntos todas las noches. Por fin había aprendido a escuchar y él pudo decirle tantas cosas que nunca le dijo. Y ahora, una uña se bota y ella lo abandona.

Se volvió taciturno y distraído, perderla dos veces era peor que haberla perdido sólo una vez. Hasta que sucedió, una tibia noche de Marzo planchaba una camisa cuando los ojos llenos de lágrimas no le permitieron ver dónde ponía la mano y se quemó la palma con la plancha. El dolor fue punzante, agudo, pero así de clara también fue la piel de Dina.

- ¡Regresaste!

Sentía su cabello, sus mejillas, su cintura, sus nalgas, sus pechos, todo con asombroso detalle. Élla regresó cambiada nuevamente, ésa noche hicieron el amor y élla lo tocó de una forma completamente diferente. Jamás lo había acariciado con tanta pasión y de una manera tan precisa como hasta ahora. Dina era del tipo de mujeres que se dan a desear. Pero ésa noche se entregó a cada pensamiento de Raúl, como si fuera su propia mano la que la estuviera guiando.

Fué a finales de Marzo cuando Raúl comenzó a experimentar con agujas, se hizo varios tatuajes también y le gustaba jugar con navajas. Un par de veces lo tuvieron que llevar al hospital pues se le pasó la mano y comenzó a perder demasiada sangre.

A veces, buscaba pleitos con tipos enormes y malencarados. Una vez lo encontré en un callejón golpeado, con una costilla rota y con moretones en todo el cuerpo. Mientras caminábamos a su casa me hablaba de Dina, de cómo se había vuelto la mujer perfecta, aunque su relación no era muy estable. A veces se va por un par de días, pero sé que regresará. Hoy regresará. Cuando llegamos se disculpó y me pidió que lo dejara, pues tenía que hablar con ella. Yo no la vi.

Hace dos semanas, fui al hospital a visitarlo. Parece ser que trató de salvar al gato de una anciana que había quedado atrapado en un incendio. Raúl siempre ha tenido un buen corazón, pero a pesar de sus esfuerzos, ni él ni los bomberos encontraron al gato. Yo tenía entendido que ésa propiedad estaba abandonada, pero ya veo que no era así. A la anciana algo debió pasarle, de lo contrario, estoy seguro que estaría aquí cuidándolo. Si ella no le hubiera pedido que rescatara a su mascota, mi amigo no estaría en ésas condiciones. El reporte médico dice que tiene quemaduras en el 85% de su cuerpo. Raúl está irreconocible, pero conserva su ya habitual buen humor.

-Ésta vez se quedará conmigo, nos vamos a casar -Me dijo.

Jamás pensé que Dina lo quisiera en serio. Pero parece ser que los héroes tienen cierto atractivo para mujeres como ella.

6 comentarios:

  1. es solo un relato? o es un reflejo de como te vez? buen relato pero ojala no sigas sindo batman y no te encuentres una diana porque solo estara en los momentos en los que estes herido

    ResponderEliminar
  2. Ouch, ¡que fuerte! No lo había visto desde ése punto de vista. Creo que cada historia, por muy distante que parezca siempre tiene impregnado algo del escritor. Anónimo, me diste algo en qué pensar.

    ResponderEliminar
  3. piensele mi batma peinsele que no es chido que las personas nos quieran quieran solo porque estamos vulnerables y se aprovechen de ello.

    ResponderEliminar
  4. No siempre que uno está vulnerable la gente se acerca a aprovecharse, ¿No crees que a veces sí tienen un verdadero deseo de ayudar?

    ResponderEliminar
  5. creo que la gente tiene un verdadero deseo de ayudar esta a nuestro lado sin necesidar que nosotro digamos nada, esta con uno en tdo momento los buenos y los malos, en una caminata, atras de un telefono, una nohe de estudio, en el hospital, con una tomada de mano en los momntos mas tristes y de lo que puedo estar seguro es que en ninguno de esos momentos estando con ellos jamas vamos a terminar heridos

    ResponderEliminar
  6. Cada quien ayuda dentro de sus posibilidades y deseos.

    ResponderEliminar