viernes, 17 de enero de 2020

EL INICIO DEL FINAL

No se trata de ninguna entrada trágica que requiera de que alguien llame a la linea anti-suicidios. No.

Por fin, después de haber quemado todas mis naves, del fallecimiento de mi padre, de separarme de mi esposa y de ir dando tumbos, medio morirme de hambre y aprender a vivir sin internet y gas en casa; cuando mis amigos más cercanos dejaron de venir a casa a visitarme y mi soledad se establece como un raro vinculo entre mi gato sordo y yo; por fin...

Empiezo a ver la vuelta de la esquina. Vuelvo a ver con naturalidad y sin un sentido dramático las actividades de todos. Me empieza a invadir una calma y tranquilidad que hace mucho tiempo no me visitaban. Mi economía se encuentra en un estado bastante deplorable y vivo con poco mas del salario mínimo, en promedio. Y sin embargo, la angustia y la ansiedad, me abandonan poco a poco. Mi pensamiento comienza a ser más claro y sorprendentemente mas optimista, a pesar de que las cosas parecen no haber cambiado.

Incluso la búsqueda o expectativa de tener una pareja ha perdido casi total relevancia. Que llegue quien quiera, si quiere. Si pasa mis complejos filtros... adelante y si no... solo de nuevo. Que la soledad me sienta cada vez mejor.

Nada ha cambiado. Cambie yo. Algo de lo que había estado roto desde hace meses... decenas de meses, se esta pegando de nuevo y esta resurgiendo el yo que hace, propone, se arriesga y pone todo sobre la mesa. El yo que la gente suele seguir y no por tristeza, ni lástima, sino por inspiración.

Aún es temprano para decir a donde voy, qué quiero hacer. pero veo la fisura de un cascarón, la membrana desgarrada y comienzo a ver la luz de una nueva vida. Renovado.

Mis procesos son extremadamente largos. Pero haré que valga la pena.

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