jueves, 2 de octubre de 2008

PUPA

El fin de semana pasado fue de lo más extraño…

Hace tiempo que no escribo, no me sale mucho en realidad, ha sido una temporada difícil, cerrando ciclos, interiorizándome, reconociéndome y tratando de renacer como una nueva persona, diferente, más grande y más conciente de su propia existencia, voluntad y capacidad.

Hace algunos años, hablando con mi amiga de la uni “M” sí, ésa que me acompañó al café hace algunos meses, me dijo que de acuerdo al número de letras que componían mi nombre, mi etapa de cambio y renovación, mi “mutación”, esa etapa en la que todos dejamos de ser pupa para convertirnos en la persona que terminaremos siendo llegaría a mis 25 años.

La verdad no supe si creerle o no, ciertamente me atrae la cábala, pero no me gusta sobreestimarla y considero a muchas de las “artes antiquísimas” como mera charlatanería para desplumar crédulos; sonreí esperando que de ser cierto, el cambio me transformara en una persona que me cayera bien ja ja ja ja.

El caso es que, sin proponérmelo, muchos cambios se están dando en mi vida, estoy comenzando a tomar nuevos proyectos en mi trabajo, a escribir nuevamente, me estoy reencontrando con mi familia, con viejos amigos y encontrado a algunos nuevos.

Este fin de semana fui a un karaoke para festejar el cumpleaños de Moon el viernes; celebré la nueva “adquisición” de mi “charolastra” el sábado (un fiestonón con chupe, caídas, uno que otro gay, música, doctores, guaruras, viajeros y hasta extranjeros, me cae que no hizo falta nada); y el dominguito pretendía ir al museo de antropología a una exposición de España, qué ingenuo creer que a mis 25 y después de dos noches en vela me levantaría lo suficientemente temprano para evitar la kilométrica cola que se forma para entrar al dichoso museo. Al final, la wera, la princesa caramelo y el bicho vivieron su primera experiencia en el lago de chapultepec, y por supuesto, naqueamos hasta decir basta: entre la persecución a los patos y al chico de ojitos claros que jamás alcanzamos, el servicio de valet parking para la compra de helados y el chico del CCH que una de ellas reconoció con un poco de pena, fue una mañana bastante grata, para la tarde, una función de cine en la casa de arte de Polanco tras ver un rato a los fresísimas chicos de la colonia tratar de sostenerse sobre la patineta. Todas se desilusionaron al descubrir que uno de los chicos de RBD es feo, gordo y le suda la cola horrores, (si chicas, y fueron sus palabras, no las mías).

Siento que estoy reconformándome como persona, gracias a todos aquellos que me leen, y que gustan de compartir esta experiencia única en mi vida.

2 comentarios:

  1. Comienzo a cansarme de darte la bienvenida a la blogósfera (no es cierto jejeje).

    Que bueno que te acordaste de mi, eh!

    Me dio gusto verte y pisarte un rato mientras hacía como que bailaba :P


    Espero que los cambios te caigan bien.

    Y ps la neta tienes razón, no es lo mismo desvelarce cuando se cruza la línea del 1/4 de siglo.

    Aprovechando: we!!! cuando tengas tiempo conectate al gtalk, otra vez tengo pedos (SOS!!!).

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  2. Las pupas se descubren y se entienden... Deseo que cuando su transformación los alcance (inevitablemente llegará), se descubran como lo que siempre desearon ser y de no serlo, se acerquen lo más posible al modelo soñado...

    Una pupa más y el reflejo de su espejo.

    Se le extraña.

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