martes, 3 de febrero de 2009

DESTINO

¿Crees en el destino?

Muchas personas no soportan la idea de no ser dueños de su vida, desprecian la idea de que su historia ya esté escrita y que no sean capaces de controlar su propia existencia.

Yo era uno de ellos, buscaba continuamente la forma de demostrarme a mí mismo que podía ser completamente impredecible y que las elecciones de mi vida eran tan aleatoriamente tomadas, que no habría forma de decir que una historia tan torcida pudiese estar ya escrita.

Sin embargo, una de mis más valiosas epifanías dicta justamente lo contrario: “Las casualidades no existen”, una verdad tan innegable que solo aquellos que no son capaces de ver más allá del aquí y el ahora pueden decir que se trata de una falsedad. Cuántas veces parece que todas las fuerzas del universo se conjuntan para favorecer nuestro éxito o fracaso en ciertos proyectos, para conocer a alguna persona, para elegir ciertos caminos o para materializar nuestros deseos. (Léase: “El Secreto, la ley de la atracción”)

Diría la Pitonisa a Neo (Véase “Matrix Reloaded”) -No estás aquí para tomar la decisión, la decisión ya la tomaste, estás aquí para entender por qué tomaste la decisión.-

Creo que nuestra vida es como un árbol con posibilidades limitadas, mientras vivimos, nos despegamos del tronco desarrollándonos a través de gigantescas ramas que parecen sumamente definidas, sin embargo, cada decisión que tomamos, se separa de la rama como una posibilidad de entre 5, 6, 10, 50 o más; caminos que podríamos recorrer, que estábamos destinados o no a recorrer, pero que decidimos no tomar. En ocasiones, la rama que hemos elegido, se cruza o se sobrepone con otra rama, y descubrimos que dos ramas, completamente diferentes entre sí, nos llevaban al mismo lugar, el lugar en el cual nuestros diferentes destinos se cruzan, encontrando el equilibrio en los universos paralelos.

Un ejemplo muy claro lo encontramos en la serie de películas “Volver al futuro”, la saga aborda destinos completamente diferentes, pero las personas que los viven comparten el mismo tiempo y el mismo espacio, hay elementos comunes y constantes en las tres diferentes “versiones” del destino de un mismo sujeto, la rama cambia, algunas circunstancias también, pero las decisiones ya tomadas se mantienen permanentemente, incluso en universos paralelos.

En la película “Mentes peligrosas” la bellísima Michelle Pfeiffer, les dice a sus alumnos que lo único a lo que no pueden renunciar es a su capacidad de tomar decisiones. Pueden ser pobres, estúpidos y desdichados, pero incluso en esas circunstancias podemos elegir cómo vivir la vida. Creo que la profundidad de sus palabras es mucho mayor de lo que en realidad aparenta. Vivimos a través de una rama por medio de la cual decidimos vivir nuestro destino, y es la forma en cómo vivimos nuestro recorrido lo que tenemos el poder de definir.

Otro magnífico ejemplo lo ofrece Victor Frankl en su libro “El hombre en busca de sentido” donde explica cómo las víctimas del holocausto nazi, sin pertenencias, sin familia, sin comida, sin trabajo, sin profesión y aparentemente, sin razón alguna para vivir, se aferraban a la vida como una decisión que les permitió, a diferencia de muchos otros, sobrevivir la guerra y tener una vida post-guerra. El creador de la logoterapia explica entonces, que lo que mantuvo vivos a aquellos desdichados era justamente su decisión de vivir. Su destino era ineludible, no hubo forma, por más que se hubieron escondido, huido o tratado de eludir las fuerzas nazis, de evitar terminar trabajando en los campos de concentración alemanes, pero fueron capaces de decidir cómo vivir su destino: viviendo. Los hubo también quienes decidieron morir, y así, tan sencillo como éso, murieron con todas las facilidades que ofrecían esos campos para tal propósito.

Entonces, ¿todo lo que viviremos está escrito? Quizá sí, consecuencia de decisiones que ya tomamos, y que quizá, en su momento, no entendimos. Pero la cosa no es tan trágica, tenemos la oportunidad más valiosa de la virtud humana, el albedrío para decidir de qué manera viviremos nuestra vida.

Yo, ohtokani, decido ser feliz, a pesar o mediante los hechos que vengan por delante, decido comenzar mi jornada a través del bushido, del cual les escribiré pronto, decido liberarme de miedos culpas, odios y rencores, decido vivir mi destino aceptando felizmente los hechos que me toque enfrentar, pues son frutos de mis decisiones, y a la vez, parte de un camino sobre el cual, mis pasos ya están marcados.

4 comentarios:

  1. Efectivamente... Nuestras consecuencias son fruto de las decisiones -bien o mal- tomadas en su momento.

    En su mayoría refieren a la "suerte" como directa responsable de las circunstancias de vida. En lo personal tengo un concepto distinto de la suerte. Prefiero pensar y trabajar siempre por el éxito; ese que me agota, me fastidia y llega a ser un estigma en mi vida, antes de dejar a la "suerte" y a terceros dirigir mi camino y por ende mi vida.

    Soy dueña de mi destino y de mis consecuencias. Sin embargo existe el "efecto mariposa". Si algo cambiara... ¿qué sucedería?

    Disfruto de la compañía de personas como tú, porque cada día, cada plática, cada reunión descubro algo nuevo en ustedes.
    Hoy por ejemplo me permites conocer un poco de tu filosofía de vida y algo de lo que te ha nutrido para llegar a este pensamiento y decisión.

    Besos.

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  2. Efectivamente... Nuestras consecuencias son fruto de las decisiones -bien o mal- tomadas en su momento.

    En su mayoría refieren a la "suerte" como directa responsable de las circunstancias de vida. En lo personal tengo un concepto distinto de la suerte. Prefiero pensar y trabajar siempre por el éxito; ese que me agota, me fastidia y llega a ser un estigma en mi vida, antes de dejar a la "suerte" y a terceros dirigir mi camino y por ende mi vida.

    Soy dueña de mi destino y de mis consecuencias. Sin embargo existe el "efecto mariposa". Si algo cambiara... ¿qué sucedería?

    Disfruto de la compañía de personas como tú, porque cada día, cada plática, cada reunión descubro algo nuevo en ustedes.
    Hoy por ejemplo me permites conocer un poco de tu filosofía de vida y algo de lo que te ha nutrido para llegar a este pensamiento y decisión.

    Besos.

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  3. mmm no se si nuestro destino este o no escrito pero algo que me gusta pensar es que yo creo mi propio destino...



    Un eso y un abrazo

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  4. Estimada Musa.

    Lo que creo es que es un error es pensar que creamos y construímos nuestro destino a cada momento.

    Cada decisión, cada pensamiento, cada sentimiento, cada reacción que tenemos hacia la vida, es el resultado de miles de experiencias únicas que te han hecho ser hoy quien eres. Y actuarás a cada momento de acuerdo a lo que todas esas experiencias hayan hecho de ti.

    Si lo ves de esa forma, el destino deja de ser un pergamino escrito hacia adelante. Es más bien un pergamino escrito desde atrás, con una continuación lógica de hechos.

    No está escrito, lo escribimos a cada paso, pero de la única forma en que podríamos escribirlo. Como Musa actuaría, como yo actuaría.

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