POESÍA: ASESINO

El martes de la semana pasada, sucedió algo que jamás había ocurrido; durante la selección del tema para la lectura del la siguiente reunión, escuché un tema conocido: asesino. Si, el papelito que sacó Anaís del sombrero fue justamente el que yo había escrito minutos antes pensando en la entrada que había escrito hace algunos días.

Durante toda la semana, me sentí extraño, por un lado comprometido a escribir algo para la noche, por el otro, cansado de seguirle dando vueltas al asunto -con una entrada de asesino es suficiente como para que todavía le meta mas ¿no?, le dije a Moon, quien, sin pensarlo dos veces me dió la razón.

Me encontraba platicando en las mesas esperando a que comenzaran con las lecturas cuando una visión me alegró la noche: Emiliano Álvarez, uno de mis participantes favoritos, había regresado después de meses de ausencia. Se dirigió a mi, reconociéndome de inmediato y, tras saludarme con un fuerte abrazo, me preguntó si había escrito algo para la noche.

-Nnno, bueno todavía no, no sé...

Atiné a balbucear ante su sorprendente interés. Minutos después se acercaba a mi Eva Cabo, quien me hizo la misma pregunta:

-Bueno, estoy pensando... una idea ¿sabes? pero aún no está como madurada, no estoy seguro...

-Te apunto entonces.-

Fue su clara respuesta a mi inseguridad.

Diablos, otra vez no voy a escuchar los poemas y todo por estar haciendo la tarea al final. Ni modo, a escribir...

12 hojas (gracias buddie, me salvaste la noche) y como 35 angustiosos minutos después se generó lo siguiente, que tan sólo tuve el valor de leer tras el voto de calidad afirmativo de Moon, quien, con toda honestidad afirmó - pues pudiste haber hecho algo mejor, pero para haberlo sacado en un ratito, creo que está bien...- Estoy de acuerdo.

MI ASESINO

He estado ocupado, pensandole
estas dos últimas semanas,
planeando, buscando, siguiéndole,
acechándole, quebrantando su paz.

Dos semanas dedicado al estudio
del método, de la forma, del medio
de eliminar al que odio, al que repudio
de forma experta, con gozo, sin arrepentimiento.

¿Un disparo? fugaz centella,
interrumpiendo la paz de la noche,
no. Demasiado compasiva, casi tierna,
¿Una cuerda alrededor de su cuello?
lenta tortura, suave y lento tormento,
inoportuna, pues deseo escuchar su voz
pidiendo más vida, más tiempo.

Dos semanas ya que busco la forma
de eliminar su existencia, de extinguirle
dos semanas de insomnio, de ayuno,
de sacrificarme por conocerle, por perseguirle.

El asesinato no es un simple capricho
es dignidad, es honor, es supervivencia,
y lanzarle a un lago, es asunto vano;
lejano al arte que es poner fin a su existencia.

Un palo grande, y un callejón
golpes sordos, sangre salpicada
en mi cara, en mi ropa, en el paredón,
salvajismo indigno de tal enemigo
sin susurros, sin miedo sin tortura,
no. Yo quiero una muerte, lenta, dolorosa, muda.

Más adecuada sería una puñalada
que caliente mis frías manos con la sangre derramada,
una buena opción, para oir su voz quebrada
para gozar con el miedo dentro de su mirada.

Miedo, sangre, un gesto de dolor,
un grito ahogado, una puñalada con amor,
fantasías tan ajenas, tan vulgares, tan deseadas,
de matar a mi asesino, aquel sin rostro ni mirada,
cruel oponente que me persigue, me acosa,
que me tortura, me hiere, me mata.

¡Cómo mato a un asesino que no sangra!
¡Que no tiene alma! ¡No tiene cuerpo!
que me atrapa y me mata cuando despierto,
¿Su nombre?
SU MALDITO NOMBRE: tu recuerdo.

a "M"

De nuevo estoy seguro que podría haber elaborado algo más fino, pero bueno, a ver si aprendo la lección de hacer la tarea durante la semana y no minutos antes de pasar al frente. La tarea para la próxima semana: COÑAZO.

¡Válgame! Habra que hacer excursiones de estudio ;)


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