El fin de semana, Venus me dijo algo que literalmente me removió las entrañas...
"El amor no existe" es una mera ilusión, en realidad, te enamoras de ti mismo, de lo que ves de ti, en la persona que tienes enfrente, o quizá de lo que ves en esa persona que te gustaría ver en ti.
Creo que quizá decir que el amor no existe es algo muy literal que debe manejarse con más cuidado, pero después de que le dí varias vueltas al asunto, tuve una iluminación que me gustaría compartir como parte de mi autoterapia de reconstrucción.
Durante semanas he tratado de definir, por iniciativa propia y porque me lo han cuestionado, porqué la amo tanto, qué me gusta de ella; sé que me gusta su sencillez, su inteligencia, su humor, la forma en cómo hacemos milagros cuando me hace el amor (véase POESÍA PORNO), definitivamente ADORO a su abuela en aquél ranchito... y la lista se hace enorme, pero las palabras de mi querida Emperatriz me hicieron darme cuenta de la verdad: lo que más me gusta de ella, es la forma en cómo me hace sentir con respecto a mi mismo. Podría decir lo que le dijo Melvin a Carol en Mejor Imposible "Te amo, porque soy mejor persona cuando estoy contigo".
He de aceptar que mi comportamiento obsesivo compulsivo (si, tengo un par de ésos) disminuyó cuando la conocí y ciertamente se acentuó cuando se fué; sin embargo, creo que parte de mi proceso de curación es encontrar en mí mismo las razones para volver a sentirme como ella me hacía sentir, amarme de nuevo, aceptarme de nuevo, así, flaquito, medio naco y medio raro.
He de aceptar también, mi parte de culpa de que hayas partido, ahora entiendo que no te hice sentir así.
Un tema un poco delicado ya cada uno tiene su perspectiva al respecto...
ResponderEliminarSiempre he considerado que el amor no solo es un sentimiento benévolo por aceptar a alguien que cumple espectativas sociales. Estoy convencida de que al final se trata de encontrar un complemento a tu ser, que dia a dia, minuto a minuto te ayudan a crecer y evolucionar como seres vivientes.
Ohtokani... mi querido Ohtokani...
ResponderEliminarPuedo escribir mucho, argumentar más -soy re-buena para eso...- Sin embargo me parece que lo que tú y yo necesitamos es sentarnos plácidamente en un jardín y sin palabras prestarnos nuestros hombros y llorar... tal vez así aliviemos un poco nuestro pesar.
Un abrazo amigo.