Soy un asesino, me he dedicado a apuñalar tu recuerdo, a pegarle tiros en la cabeza a la esperanza de que vuelvas, a deshacer a palos ése remolino hermoso de sensaciones que me provoca tu voz por el teléfono... hace días que colgué de una cuerda a mi vital necesidad de llamarte; y hoy, tiré a un lago con pesos amarrados a mi insistencia por volver a verte.
En defensa propia, me volví un asesino, de tu memoria, del perfume de tus besos y de la melodía de tu voz; le robo la existencia a todo aquello que hasta hace algunas semanas, era lo único que me mantenía vivo, pero que hoy me envenena el alma ante la triste perspectiva de mi cruel realidad: no volverás.
Todavía un grito ahogado de la esperanza (si, a pesar de los tiros es la última que muere) alcanza a susurrarme al oído: ¿Y si regresa?
Prefiero que regreses y tengas que luchar para resucitar en tres días (no tienes paciencia para más, lo sé) todo aquello que me ha tomado meses ir matando, a que regreses y me encuentres esperándote con un alma muerta a la que ya no le queda nada para dar.
Soy un asesino, en defensa propia, un superviviente de ti, de tu recuerdo, de mis ganas que se dedicaban a conservarlo a pesar de mi dolor.
¿Asesino? I'm a Survivor.
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