jueves, 7 de mayo de 2009

LA LLAMADA

Hoy recibí una llamada que fue trascendental en mi proceso de duelo.

Si, me llamó ella. Habrán sido alrededor de 20 minutos, nos pusimos al corriente de algunas cosas que hemos hecho y colgamos.

Cuando colgué, me sentí muy feliz. Su tono era más de indiferencia y quizá falso interés que de auténtica preocupación, algunas de sus respuestas eran evasivas y hubo un par de negativas que yo me esperaba por completo.

¿Qué me hizo feliz entonces? Justamente, que no me hizo sentir triste. Su voz ha dejado de taladrar mis oídos, su recuerdo ya no me lastima, su indiferencia o sus evasivas son eventos esperados y ya no se entierran en mi cuerpo.

Creo que aún me faltan algunos días para decir que estoy "curado", pero dicen los médicos que cuando el dolor se va, es momento de dejar el reposo a un lado.

¡Yes!

3 comentarios:

  1. Me da mucho gusto que eso haya sucedido.

    Bisou.

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  2. Después de un tiempo de haber tenido el accidente del que sobreviviste, un día despiertas y descubres que tienes el coraje de sobrevivir por esa experiencia.

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  3. Yo no me pondría tan contento aún. Habrá pasado mucho tiempo, suficiente para creer que los años no sirven de nada y un día, de repente, se cuela su voz, su mirada; y una noche fría despiertas en la madrugada con lágrimas en los ojos porque soñaste que te abrazaba. Pero yo soy un pesimista.

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