En el último post, publiqué una de mis fotografías "La danzonera joven de México" y mientras escribía la pequeña reseña no pude evitar recordar una conversación que tuve con alguien.
Yo: Me enternece verlos, a los viejitos, bailando juntos, justo como habrán bailado en el transcurso de su vida.
M: A mi no me enternece, antes creía que era posible el amor para siempre, así como te lo pintan, pero me di cuenta de que no.
Yo: ¿A qué te refieres?
M: ¿Tu crees que las mujeres que están ahí bailando son felices? ¿o que lo han sido toda su vida? Muchas de ellas, de acuerdo a las condiciones de su época y a veces más por miedo a la crítica que por amor, soportaron infidelidades, mentiras, quizá hasta golpes.
Yo: ... ¿Y no crees que pueda haber alguna de éstas parejas que haya vivido feliz? Quizá no todos los hombres sean unos patanes y algunos de los de aquí de verdad hayan vivido plenamente su vida de pareja.
M: Yo dejé de creer en eso hace mucho tiempo.
Más allá de ponerme a pensar en lo que debieron hacerle a "M" para pensar eso, quiero aprovecharlo para poner en tela de juicio el "debe ser".
Se supone, (no sé quién lo decidió así) que el amor es para siempre. O al menos es lo que muchos hemos prometido en durante ése "estado demencial temporal" y por lo menos yo puedo decir que no lo he cumplido; todos los domingos varias decenas de parejas asisten a la ceremonia religiosa para jurarse amor hasta que la muerte los separe. La ciencia dice lo contrario, y pone en entredicho eso de que podamos "amar" a alguien más de cuatro años. ¡ups! de pronto la eternidad se vuelve muy corta y resulta que los restantes 45 años tendremos que vivir con alguien a quien ni siquiera amamos...
Yo creo que existe una esperanza, cuando el amor arrebatador se va, cuando ésas cosquillas en la panza y las taquicardias, la estupidez y ridiculez se desvanecen, cuando ella deja de llamarse puchunguita y el deja de llamarse osito y las cosas se comienzan a asentar, creo que puede crearse algo mucho más profundo y duradero que un montón de hormonas haciendo de las suyas.
Venus me dijo un día que si puedes mantenerte una noche entera despierto platicando con tu pareja, sin quedarte sin palabras, sin aburrirte y sin cansarte, estás en el camino correcto, pues cuando las parrandas, y el trabajo, y la energía las salidas se acaban lo único que te queda es a quien tomar de la mano para conversar. Creo que hablaba de compañía.
Alguna vez escuché a un niño decir: "Amor es cuando mi abuela le dice a mi abuelo que se parece al señor de la tele que le gusta, aunque no sea cierto". Creo que hablaba de cariño.
Alguien menos fino, me dijo también: No puedes decir que la amas, hasta el momento en que la pena se haya perdido y sepas a que le huelen los pedos y aún así quieras quedarte con ella para siempre. Creo que hablaba de intimidad.
Creo que "M" hablaba de desilusión, pero creo que también hay muchas más cosas además de compañía, cariño e intimidad que pueden mantener a una pareja unida. ¿Hasta que la muerte los separe? no lo sé. Pero desde ésta perspectiva, pienso que quizá el amor esté sobrevaluado y haya cosas más sutiles, pero más fuertes que unan a una pareja en un viaje de vida, para ser testigos de sus propias vidas.
Hasta que la muerte los seprare... para mi si es posible que esas parejas hayan sorteado todo lo que "M" te hizo notar. Por supuesto eran otros tiempos, otras expectativas de vida y sobre todo otra manera de ver la vida en pareja.
ResponderEliminarAhora una mujer busca novio, el fulano en cuestión le dice: "no estoy preparado para eso", pero... ¿qué tal si cogemos? La chica dice: bueno!!!! ¿entonces? me pregunto ¿realmente ella quiere un novio? ¿de verdad? o ¿solo desea compartir su soledad uniendo soledades?