Una vez más, mi seminario de los miércoles (léete "abrazos gratis")me asignó una nueva tarea. Ésta vez, tenía que convertirme en un indigente.
Nos sugirieron una serie de técnicas para darle la mayor intensidad al ejercicio, café soluble disuelto en vinagre untado para dar el olor a sucio de días, miel con tierra en el cabello para la apariencia chunda, ropa vieja y una actitud creíble. Mi compañera agregó un poco de maquillaje para simular más mugre y todo.
Puede sonar divertido para algunos, pero en realidad fue una de las actividades más intensas a las que me he enfrentado desde que asisto a éste lugar.
Las anécdotas rescatables son varias: La sorpresa de ver a tres indigentes bajar (cuando comenzamos) y subir (cuando finalizó el ejercicio) en una liberty plateada definitivamente no tiene precio. El miedo al sentir la mirada de los oficiales de policía que en cualquier momento te podrían detener (limosnear está prohibido), las gratas sorpresas cuando las personas de muy buena fe te daban comida o unos cuantos pesos y la indiferencia dolorosa de la gran mayoría de las personas. Yo me daba asco, y es interesante ponerse de otro lado de la moneda sin embargo lo más rescatable es algo que voy a confesar con vergüenza, aunque sin demasiadas explicaciones.
He sido muy manipulador pues me he comportado soberbio en algunas ocasiones, incapaz de pedir ayuda cuando lo necesito, y peor aún, incapaz de pedir lo que en realidad merezco y me hace falta, tan acostumbrado a crecer solito y contra el mundo, como la mala hierba; y en otras ocasiones, me he dedicado a mendigar reconocimiento de quienes sé que están dispuestos, o deseosos de otorgarlo, explotando así al máximo mis oportunidades de éxito.
Así como me dió asco mi olor y mi apariencia, me dió asco también darme cuenta de tan vergonzosas acciones. Pero ya no más, espero que el ejercicio haya funcionado y que mi indigente interno haya muerto. Yo lo maté hoy. Hay malos hábitos y vicios de comportamiento que no me enorgullece, pero reconocerlos, y después trabajarlos y eliminarlos es la mejor vía para mi propia evolución y crecimiento como persona.
Espero poder publicarles pronto un par de fotos que nos tomaron durante el ejercico.
P.D. Haré la cuenta del dinero (y el equivalente en comida que recibí) durante el ejercicio, lo duplicaré y se lo regalaré a un verdadero indigente; pues las personas que lo dieron éso pensaban que hacían, y sería tremendamente deshonesto que no terminara en las manos de uno verdadero.
Nos debes las fotos!! Saludos
ResponderEliminarAy Ratakani...¡¡en verdad que te admiro como no tienes idea!!. Neta qué wev... para enfrentarte a tus "demonios" y para hacer las dinámicas...
ResponderEliminarSoy tu fanS # 1 jeje. Para ti no hay retos y miedos mucho menos. ¡¡Eres grande amigo!!
Tqm!!!
Y por otro lado...mmm... seguiré contemplando la idea de ganarme unos pesos asi jeje, o sea, los otros en una liberty y nosotros sin chamba y con hartos estudios...no ma...¡¡no hay que ser!!
Lunave, no soy tan grande...
ResponderEliminarY retos y miedos siempre están presentes, y no siempre es fácil enfrentarlos. Pero al final, de eso se trata vivir no? Hacer cosas, superarte y vencerte.
Te quiero.
Angel, promesa cumplida, las fotos están publicadas