y de que te busco entre las gentes, en el ruido,
pero todo es inútil.
Cuando me quedo solo
me quedo más solo
solo por todas partes y por ti y por mi.
No hago sino esperar.
Esperar todo el día hasta que no llegas.
Hasta que me duermo
y no estás y no has llegado
y me quedo dormido
y terriblemente cansado
preguntando.
Amor, todos los días.
Aquí a mi lado, junto a mi, haces falta.
Puedes empezar a leer esto
y cuando llegues aquí empezar de nuevo.
Cierra estas palabras como un círculo,
como un aro, échalo a rodar, enciéndelo.
Estas cosas giran en torno a mi igual que moscas,
en mi garganta como moscas en un frasco.
Yo estoy arruinado.
Estoy arruinado de mis huesos,
todo es pesadumbre.
Jaime Sabines
... y quizá me acostumbré a amar, quizá estoy demasiado acostumbrado a entregarme, a tener de quién cuidar, y en cierto modo, sentir que cuidan de mi. Y de pronto, me encuentro solo, y me cuesta acostumbrarme a no tener a quién llamar, a no recibir la llamada ni el mensaje, a no pasar tardes enteras pensando en algún detalle lleno de cursilería y romanticismo.
La soledad abrasa lentamente mis huesos como el viento a las rocas, cuando desearía que el calor de su cuerpo mojara mi piel como las gotas de rocío tan llenas de vida y de caricias a las hojas al alba. Me siento a la mitad de un camino largo y tortuoso, pero necesario. Por un lado, aún extraño a la mujer que perdí, a ésa mujer por momentos idealizada, perdonada, exculpada, que tanto me angustió, pero que de alguna manera extraña me hizo tan feliz; del otro, ansío la llegada de "ella" y no me refiero a la mujer perfecta, de curvas excelsas y piel de perla, no espero a aquella "media mitad", amante incansable, sobria de carácter y escandalosa en sus ademanes. No busco la perfección. Sólo busco a ésa mujer que me conozca y me pueda arrancar de tajo éste sentimiento de soledad.
A veces, me pregunto si ella me esperará igual, quizá ésta misma noche esté sola escribiendo en su diario acerca de la larga espera de alguien como yo; o quizá se encuentre durmiendo tranquila en los brazos de alguien más, sin imaginar que el pecho en el que duerme es sólo un espacio de alquiler, un paraje placentero antes de encontrarme. ¿Existe acaso?
Mi camino es doloroso porque es un camino de sanación, de cura. Necesito prepararme y curar mis heridas, reencontrarme a mi mismo y corregir los malos pasos. Por mi, por lo que quiero ser, por lo que quiero dar. A veces, sonrío pensando en los avances que voy logrando en mi mismo, identificando mis errores y estableciendo nuevas pautas, para ella, para mi, para lo que deseo que seamos.
Mientras tanto, la sombra de la soledad y su fría atmósfera. A veces, es necesario estar solo para no herir a otros mientras peleamos nuestras batallas.
Por definición, los sueños no se hacen realidad, no pueden, no deben. Los sueños son "entes" imperfectos. No son coherentes y en realidad no deberían serlo o dejarían de ser sueños.
ResponderEliminarLos sueños están hechos de nuestros miedos, anhelos y fantasias. Ninguno de sus ingredientes son reales, solo interpretaciones unilaterales de lo que hemos vivido carente de objetividad.
Así que no te enojes, se vale buscar la olla de oro al final del arcoiris, aunque no exista el arcoiris, la olla ni el oro.
Estoy suscrito a tu blog con un lector de feeds, pero lo tienes configurado para mostrar sólo las primeras línes por lo que tengo que venir al blog cada vez. ¿Crees que puedas cambiarlo para mostrar la entrada completa en los lectores de feed? gracias
ResponderEliminarMmm no soy el más talentoso con eso de las configuraciones, pero trataré de hacerlo Ángel.
ResponderEliminarSaludos.